Ciudad del Vaticano
El Papa señala al dinero y al poder como «falsos alimentos» del hombre
En la tradicional misa en la basílica romana de San Juan de Letrán con motivo de la celebración del Corpus Christi, el Papa Francisco profundizó en su homilía de ayer en la importancia para el cristianismo de la presencia del cuerpo y de la sangre de Cristo en la Eucaristía. Para vivir de forma completa la fe, destacó, el creyente debe "dejarse nutrir por el Señor"y construir su existencia no sobre los "bienes materiales, sino sobre una realidad que no perece: los dones de Dios, su Palabra y su Cuerpo".
"Si miramos a nuestro alrededor, nos damos cuenta que hay tantas ofertas de alimentos que no vienen del Señor y que, aparentemente, nos satisfacen más", advirtió. Entre estos "falsos alimentos"del hombre identificó al dinero, al éxito, a la vanidad, al poder y al orgullo. "Pero el alimento que nos nutre de verdad y que nos sacia es sólo el que nos da el Señor". Este alimento es "distinto a los otros", aunque en ocasiones no parezca tan "sabroso"como otras viandas que ofrece el mundo. Para ilustrar esta situación echó mano de la Biblia: recordó a los judíos que echaban de menos la carne y las cebollas que comían en Egipto, pese a que se encontraban bajo el yugo de la esclavitud, en lugar de apreciar el maná que Dios les mandaba.
A diferencia de lo que venía ocurriendo hasta ahora, tras la Eucaristía el Papa no recorrió a pie ni en el papamóvil los dos kilómetros que separaran San Juan de Letrán de otra de las basílicas de Roma, la de Santa María la Mayor. Jorge Mario Bergoglio se sirvió en cambio de un automóvil cubierto para desplazarse por la vía Merulana hasta la plaza que se abre frente al principal templo de Roma dedicado a la Virgen. Allí esperó la llegada de la multitudinaria procesión entre las dos basílicas con el Santísimo Sacramento que guió el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini.
Dos motivos explican la ausencia del Pontífice en esta procesión. El primero es que por sus problemas de espalda le resulta difícil recorrer a pie distancias largas. Además, prefirió no cansarse en exceso y reservarse de cara a la visita pastoral que realizará mañana a Cassano allo Ionio, en la región sureña de Calabria. Francisco también podría haber recorrido la céntrica vía Merulana en papamóvil, pero debería haberlo hecho arrodillado, pues el cortejo va precedido por el Santísimo Sacramento. Es lo que hizo Benedicto XVI en sus últimos años de pontificado.
El Papa no quiso seguir sus pasos para evitar convertirse en el protagonista de la procesión e intentar que la atención de los fieles se centrara en el Santísimo. El portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, explicó que la ausencia de Francisco durante el recorrido no se debía a ningún problema de salud más allá de los achaques ya conocidos. "Está bien", aseguró, considerando como una prueba irrefutable de su buen estado físico la apretada agenda pontificia.