El buen salvaje

Vuelve Fraga

El mayor bulo de esta operación es asegurar que se trata de una ley contra los bulos

Este Gobierno gusta de desenterrar cadáveres humeantes. Todo empezó con Franco, el hombre que voló en el helicóptero de Tulipán como si aquel momento «histórico» fuera un capítulo de «Cuéntame». Ahora resucitan a Fraga y su ley de Prensa del año 66. Don Manuel la promulgó para avanzar, siempre que se respetaran los principios del Movimiento, claro está, y ahora se intenta dar una paso atrás, a no ser que se respeten los principios del sanchismo. Los que los sigan a rajatabla no tendrán problemas, vivirán al dictado del Ministerio de la Verdad y serán felices hasta que les señalen a ellos. Contengan, pues, su alegría, aquellos que hoy no son oficialmente fachosfera, pero que pueden serlo cuando el Gobierno cambie de opinión.

Los periodistas, además, por lo que se ve, de molestar al Gobierno también hemos estudiado en la Facultad, aunque no se lo crean, cómo los gobiernos y los regímenes dictatoriales han tratado a la profesión. Y pensábamos, por lo menos el que esto suscribe, que los límites a la libertad de Prensa eran cosa de polvorientos libros de Historia y que la mejor ley de medios es la que no existe. Ya sabemos que no. Lo dejó claro el ultraizquierdista Urtasun, ministro de Cultura, cuando expuso sus intenciones. Un organismo «independiente» se encargará de decirnos qué es un medio o qué no y de hurgar en unas cuentas que ya son públicas. Nadie se había atrevido a tanto desde hace cuarenta y cinco años. Ahora el carnet de periodista lo sellan en Moncloa en una ventanilla no tan ignota.

El mayor bulo de esta operación es asegurar que se trata de una ley contra los bulos, siempre que definamos qué es un bulo. ¿Es un bulo lo que dicen el presidente y sus ministros cuando luego se demuestra que hacen lo contrario? Si lo que buscan es controlar a los ciudadanos que se expresan por X solo tienen que entrar y pedir el DNI. Resultará que una de estas noches llamarán a la puerta de casa y no será el lechero.