Opinión
El régimen vomita a Podemos
Irene Montero se marcha, pero antes de emprender su nueva vida ha tenido que saldar algunas deudas con el sistema.
¡Nuevo gobierno! Y como sabíamos sin Montero ni Podemos, pero antes de irse ha podido culminar algunos logros reseñables: la criminalización del varón blanco heterosexual, la Ley Trans, la Ley solo sí es sí, la siembra del terror entre las mujeres inmaduras, jóvenes o simplemente necias, que hay muchas, mujeres (a las que nunca supo definir); promoción del aborto como hobby o pasatiempo de trendsetter (no es una hipérbole, existen videos delirantes de los chiringuitos de Igualdad a disposición de todos); y ya que estamos, los cientos de carísimos encargos a dedo que han llevado a cabo entre su red de vasallos. Sola y borracha… ¡Esa idea genial!.
Diría que a Podemos lo ha matado el Ministerio de Igualdad, aunque estaba tocado por méritos propios como saben.
Algunos de sus huérfanos parroquianos, que se han quedado sin musa defienden que la ministra pasará a la historia en la línea de Clara Campoamor… Sin embargo, pocos y, sobre todo, pocas dudan de que el mal llamado Ministerio de Igualdad ejemplifica perfectamente a esa condición de políticos, radicales y autoritarios, que instrumentalizan causas efectistas desde un buenismo sin fondo.
Por lo demás, Sumar coge el relevo de la incansable monserga adanista para engañar a las tontas y multiplicar los chiringuitos, el del arrinconamiento de la ciencia (como en la Edad Media) y de las mayorías, en defensa (una defensa interesada y obscena) de las minorías. El del sexo con la regla o los orgasmos de las abuelitas también (digo yo que lo cogerán). Y, por supuesto, el de la autodeterminación de género.
Sumar y su nueva corte continuará justificando el disparatado gasto público en chiringuitos de activistas tarados y amiguetes. Continuará la arrogancia. Y, cómo no, de estupidez. Porque todos los males del orbe, la auténtica devastación para la humanidad es y ha sido a lo largo de la historia producto de iniciativas estúpidas. ¿Hay algo más peligroso que un imbécil con autoridad?
Irene Montero se marcha, pero antes de emprender su nueva vida ha tenido que saldar algunas deudas con el sistema.
Como saben el tribunal constitucional hizo caso omiso del berrinche de la joven y dictaminó que la hoy exMinistra debía publicar en su cuenta de X (antes twitter) y en un periódico de tirada nacional la sentencia que la condeno a pagar a Rafael Marcos 18.000 euros y disculparse en redes sociales. Rafael Marcos, había denunciado a la ministra Jolines por difamación cuando públicamente hablaba de él como un maltratador de su mujer y su hijo e indultó a su ex María Sevilla en el nombre de las “madres protectoras” que protegían a sus hijes contra la violencia machista.
“Una victoria del movimiento feminista y del gobierno de coalición”. Dijo entonces, a pesar de que ese hombre no era culpable sino un inocente al que su ex (también tarada) mujer no dejaba ver a su hijos. Un flagrante gazapo más del mandato de la ministra, que hoy ha sido purgada por estos y otros merecimientos de la coalición.
Ione Belarra que ha estado ahí solamente para apuntalar a la insostenible Montero y ser la marioneta del macho Alfa, que se la salta a la torera cuando le sale de los suevos (vándalos y alanos) dice, con su cara de delegada zombi de la clase siniestra, que “No, Seño”, y acusa al tribunal constitucional y al supremo de violencia política con su BFF y de prevaricar.
Lo más hermoso del cuadro fue que PAM y Echenique (¡Bon voyage!) se quejaban de que un tribunal del PSOE debía haberles echado un cable, quejándose los polluelos de no haber recibido su cuota de corrupción merecidísima.
Mientras tanto, en un extraño chalet de San Blas, otra historia muy relacionada con el Tribunal: Cándido Conde-Pumpido Varela, hijo de Cándido Conde-Pumpido Tourón, presidente del máximo órgano intérprete de la Constitución, es acusado por una mujer brasileña del pecado mortal donde los haya en el Ministerio Jolines: de violación grupal.
Sin embargo, ¿han escuchado ustedes los gritos de “hermana yo si te creo”? ¿Se ha proyectado la tragicomedia (como ocurrió con la “agresión” a Jenny) en Redes sociales? ¡No! aquí ni uno solo de los defensores de las mujeres y de nuestra integridad sexual ha salido en defensa de esta mujer porque el presunto agresor, al que no le paran de dar ataques de ansiedad (qué malas son las drogas) es “amigue”. Sin Conde Pumpido no habría Sanchez, ni amnistía, ni coalición, ni Ministerio de Igualdad…
Adiós Montero, la inventora del consentimiento, te vas dejando ese tufillo en España a puritanismo coñazo, sin perspectiva ni tiempo para juzgar la historia.
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