Está demostrado que necesitamos gente con capacidad de liderazgo que fomente y promueva valores que nos impulsen a la esperanza, a contagiar fuerza de voluntad, unidad y amor por la vida.

El pasado 8 de diciembre, Día de la Patrona de Los Tercios Reales e Infantería, me sentí profundamente honrada por recibir la Banda y el Lazo de Gran Dama de los Reales Tercios de España.

Como les dije: fue un honor estar entre personas valientes y comprometidas con España, con quienes promueven el respeto a nuestra Constitución, al ordenamiento jurídico y la defensa de la corona. Es el sentir de millones de españoles que cuanto más viajamos, más valoramos nuestra tierra y cuantas más tragedias ocurren, más demostramos que nuestra esencia es la solidaridad.

Además de estar donde nos necesitan, los españoles han estado siempre arropando a las víctimas del terrorismo, nosotras hemos podido sentir el profundo cariño, la empatía y una solidaridad que definitivamente, son Marca España. Lo triste viene cuando todo tiende a politizarse.

Mi madre siempre nos contagió alegría y optimismo. Es una mujer vitamina y… ¡Comandante Honoraria! Supo transmitirme su fuerza y confianza en la justicia, sin embargo, nuestro atentado prescribió sin culpables en 2011. Causalmente, el 20 de octubre de aquel año, Santa Irene, llegaba una gran noticia: ETA abandona las armas. ¿Puede haber una sentencia mejor?

Fortalecer la convivencia y la unidad que defienden los Tercios Reales es tarea de todos, sin excepción. Porque la unión hace la fuerza y quienes prefieren mantenernos débiles y manipulables, fomentan todo lo contrario: la desunión y el enfrentamiento. Divide y vencerás.

Nuestra responsabilidad es clara: amar al país que nos vio nacer, promover la armonía entre los pueblos, las comunidades…. ayudar a los demás.

Se resume en un compromiso vital: honrar la vida.

Gracias por los valores que representáis, capitaneados por el coraje procurando siempre el bienestar común, seguid con vuestro buen hacer y ¡viva España!