Tribuna
Otros veraneos (III): Sobrevolando el Báltico
A la difícil acción en fuerza, que entraña no solamente inmediatez en tiempos, sino altos índices de profesionalidad en vuelo, se une la delicada de evitar errores que provoquen una no deseable escalada
Recuerdo que Josep Piqué (1955-2023) una de las mejores cabezas de la Transición, alertó sobre el riesgo que significaba para Europa la existencia del corredor de Suwalki –96 kilómetros entre Lituania y Polonia– que une Bielorrusia con Kaliningrado en cuya base naval ubica Rusia, su flota del Báltico. El que fuera magnífico ministro de Asuntos Exteriores, hombre más de Estado que de partido, tenía en su cabeza lo que representó tras el Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial, la imposición a Alemania del también pasillo de Danzig que daba a Polonia una salida al mar y que dividía a la nación alemana en dos partes, unidas solo por una línea de ferrocarril. Hitler, herido por Versalles, invadiría Polonia –consecuentemente Danzig– en septiembre de 1939. Hay semejanzas con lo que consiguió Rusia al final de la Segunda Guerra Mundial, a costa también de Alemania en la histórica Königsberg, hoy Kaliningrado, un enclave de 482.000 kilómetros cuadrados, habitado por cerca de medio millón de personas, situado a orillas del lago Vístula abierto al Báltico por el canal de Baltisk. Sencillo comprobar similitudes sobre el mapa, de dos puertos distanciados 52 millas por mar y 166 kilómetros por carretera.
No descubría nada Piqué a la Alianza Atlántica, que tras la invasión rusa de Ucrania ha reforzado las fronteras de los países limítrofes con Rusia, muy especialmente las de los bálticos y en particular de Lituania, fronteriza con Kaliningrado. No es de extrañar por tanto que en una base aérea de este país creada por la URSS en 1955 cerca de la ciudad de Siauliai –100.000 habitantes– operen 8 cazas F-18 españoles (Alas 12 Torrejón y 15 Zaragoza) apoyados por un A-400 (Ala 31) de repostaje en vuelo, en la delicada labor de policía aérea, ante la presencia sobre cielos de un país de la Alianza, de aviones rusos que no utilicen transpondedores (equipos de identificación), no comuniquen sus rutas a los centros de control aéreo a fin de coordinarlos con otros tráficos aéreos cercanos, o no presenten planes de vuelo autorizados. «Si no cumplen dos de estos tres requisitos suele considerarse condición suficiente para que el Centro de Operaciones Aéreas de Uedem (Alemania) que controla el espacio norte de la Alianza (1), dé una orden de “scramble” y tengamos que salir a interceptar trazas que están dentro del espacio aéreo OTAN y suponen un peligro para el resto de tráficos aéreos, civiles principalmente». A la difícil acción en fuerza, que entraña no solamente inmediatez en tiempos, sino altos índices de profesionalidad en vuelo, se une la delicada de evitar errores que provoquen una no deseable escalada. «Es nuestra principal ROE» (2), dice el Teniente Coronel Pablo Estrada al mando del contingente aéreo español compuesto por 190 efectivos: «todo lo que hagamos en el aire debe hacerse de manera segura sin que pueda interpretarse como provocación». «No debemos escalar la tensión que ya existe», aunque valora positivamente «que en todas las interceptaciones que hemos hecho, los aviones/pilotos rusos –y me refiere dos inmediatas de dos Su-30 Flankers y un Su-27 Fencer– se han portado con profesionalidad». «Llevamos, resume, más de 25 activaciones reales». Importancia de la climatología aeronáutica en las operaciones: «es muy cambiante, lo que significa que debemos estar muy atentos porque puede conducir a tormentas eléctricas o chubascos muy fuertes, que provocan el cierre de las pistas, coincidiendo con la vuelta de aviones que estaban volando».
Llevan en Siauliai desde el 1 de abril y serán reemplazados en turno rotatorio entre países aliados a finales de este mes, cuando ya me adelanta Estrada que su Ejército del Aire inicia una operación gemela en Rumanía, el 1 de agosto. Al margen de las tres Alas citadas que constituyen la columna vertebral del Destacamento, hay personal de otras 13 unidades aportando capacitades CIS, Protección de la Fuerza, Sanidad, etc. Buenas comunicaciones con España: «siendo Lituania un país de la UE y habiendo vuelos comerciales frecuentes, se mantienen buenos contactos con las familias» relación que siempre considero fundamental. Las familias constituyen el mejor soporte para estos destacamentos de riesgo.
La relación con los habitantes de Siauliai excelente. La lengua diferente no es obstáculo insalvable. Por otra parte: «es la octava vez que un destacamento español llega a esta ciudad y, según me dicen y me lo creo, somos la nación favorita por nuestra educación y simpatía», dirá Estrada. Imagino que el baloncesto –todos conocemos la calidad de los equipos lituanos– (3) favorece estos contactos.
¡Buen final de destacamento y feliz vuelta a casa hermanos del Destacamento Vilkas!
(1) El CAOC de Torrejón controla el espacio Sur. (2) «Rules of Engagement». Reglas de comportamiento. (3) Rompe Estrada su ponderación –incluso si habla de pilotos rusos– cuando destaca la presencia del Real Madrid en abril y manda orgulloso una foto de la camiseta de mi paisano Sergio Llull dedicada al Destacamento.
Luis Alejandre Sinteses general (R).