Atlético de Madrid
Saúl
Ante medio centenar de periodistas, Saúl hizo un esfuerzo y habló con el corazón cruzado en la garganta. Su novia y sus padres seguían atentos su discurso, y al recordar el valor de la familia en los momentos críticos, ni él ni los suyos reprimieron las lágrimas. Recibió agradecido el premio «Apuesta del año» que Loterías y la Asociación Española de la Prensa Deportiva entregan cada final de temporada al futbolista revelación de la Liga. Saúl ya se había destacado de Dennis Suárez antes del monumento que cinceló contra el Bayern. Es presente del Atlético y futuro inmediato de la Selección, la que le duele.
Reflexiona Del Bosque y no oculta que dejar fuera de la Eurocopa a Saúl podría ser injusto, «como a Isco». A muchísimos rojiblancos y a bastantes merengues les parece una ofensa imperdonable haber dejado en la estacada a estos chicos. Del Bosque ha obrado en conciencia, sin mirar colores, pasado, credos, ideologías ni escudos. Y a Saúl, sean cuales fueren las razones de su exclusión –que hay otros mejores o más adecuados en este momento–, no le consuela. Poco a poco supera el revés de Milán. Lo de la Champions es un dolor intenso; la ausencia de la Roja, una desilusión que le provoca profunda aflicción. Pensaba que estaría entre los 23 seleccionados; había previsto viajar desde Elche hasta Madrid el viernes 3 para incorporarse el sábado 4... Aún no ha digerido el disgusto, de ahí la emoción al referirse al apoyo de la familia «en momentos críticos». Le duele el alma; aunque quizá no se ha parado a pensar que lo de Milán no tiene remedio y que lo de la Selección se arregla en septiembre. Juventud, divino tesoro.
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