Sin Perdón
La burla de los independentistas
ERC y JxCat, que además están inmersos en sus guerras particulares, se crecen con la debilidad gubernamental
Clara Ponsatí orquestó una de esas payasadas a las que nos tienen acostumbrados los independentistas. Su único objetivo era lograr la fotografía de su breve detención y aparecer como una mártir independentista. Hay que aclarar que es un personaje irrelevante que ha conseguido una notoriedad que jamás hubiera alcanzado en circunstancias normales. Una consejera más de las muchas que ha tenido el gobierno de la Generalidad desde su restauración. Era una política gris, aburrida y mediocre, pero consiguió su «gloria» con su huida de la Justicia y su elección como eurodiputada. El único aspecto interesante es su trayectoria académica que era brillante comparada con sus compañeros de JxCat o ERC. Por supuesto, es miembro de la elite burguesa catalana y realizó un interesante periplo académico para formarse como economista en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo. He tenido familiares independentistas obcecados con el independentismo y con brillantes trayectorias académicas y profesionales en el extranjero. Me sorprendía su cerrazón y obcecación. Es algo consustancial al independentismo y no importa ni la clase social ni haber estudiado en las mejores universidades del mundo.
La exconsejera, acompañada de Puigdemont, regresó al Parlamento europeo donde aprovechó para montar otro numerito haciendo una petición de amparo por vulneración de su inmunidad. El mayor despropósito es que hablen de represión. Una vez más asistimos a la manipulación y la mentira, pero me alegro de lo que está sucediendo porque confirma el desastre de las cesiones ante ERC. Era una consecuencia evidente por los indultos, la desaparición de la sedición y el abaratamiento de la malversación. Esta humillación a España, tan grata para gente como Ponsatí y Puigdemont, es posible por lo que ha sucedido a lo largo de la legislatura. La posición internacional de nuestro país en este tema se ha debilitado, porque los independentistas son socios preferentes del gobierno socialista comunista. ERC y JxCat, que además están inmersos en sus guerras particulares, se crecen con la debilidad gubernamental. Es un error pensar que las cesiones han resuelto el problema. No han hecho más que posponerlo y cambiar la estrategia para obtener nuevas concesiones que les ayuden en su estrategia. Ponsatí y Puigdemont se rieron de España y confirmaron que lo volverán a hacer cuando tengan otra oportunidad.
Francisco Marhuendaes catedrático de Derecho Público e Historia de las Instituciones (UNIE)
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