Pedro Sánchez
Un gobierno para ganar las elecciones
Es muy significativo que las tres vicepresidencias sean económicas y que considere que no necesita una de carácter político
No voy a caer en el frentismo. Cabe esperar que los periodistas seamos objetivos y escribamos u opinemos con un razonable rigor. Otra cuestión distinta son los políticos, aunque el carácter apocalípticos de unos y otros creo que sólo es eficaz para complacer a sus parroquias. Sánchez anunció este sábado un importante cambio en el equipo gubernamental.
He de reconocer que me parece un buen gobierno, me refiero por supuesto solo a la parte socialista, aunque supongo que esta opinión será criticada. No me importa. No se puede decir que los cambios son malos. Ha prescindido de ministros gastados, otros irrelevantes y algunos manifiestamente incompetentes. Hay que opinar sin sesgo ideológico, porque si se afirma que todo es bueno o malo se pierde el rigor y la credibilidad. Por ello repito sin ningún rubor o inquietud por las críticas, Sánchez ha hecho un buen cambio de gobierno, aunque tiene que asumir el lastre de Podemos, con la excepción de la vicepresidenta Yolanda Díaz, aunque no coincido con su reforma laboral.
Los otros miembros comunistas y antisistema son un desastre, pero afortunadamente tienen unos ministerios que son irrelevantes y se entretienen con el activismo político. Otro aspecto positivo es que las encuestas muestran un claro declive de los podemitas. No hay nada mejor que dar una ocupación a un incompetente o un inexperto sin ganas de trabajar para que quede en evidencia.
Sánchez ha realizado una reestructuración del gabinete con la vista puesta en Europa, los fondos y la recuperación. Es muy significativo que las tres vicepresidencias sean económicas y que considere que no necesita una de carácter político. He de reconocer que coincido. Es un claro mensaje a la UE y los sectores económicos. La confianza en Calviño es merecida, porque ha sido y es una magnifica vicepresidenta económica. Es la persona adecuada para liderar el equipo económico. La gestión interna y la organización jurídica, que es algo fundamental, del consejo de ministros la deja en manos de una persona de máxima confianza y un excelente jurista como Félix Bolaños. Ha demostrado su competencia y ahora asume un papel clave y fundamental. La elección de la portavoz, que asume Administraciones Públicas, es otro acierto. Isabel Rodríguez es un valor seguro y es de la generación del presidente. Una mujer joven, preparada y con experiencia. Lo mismo sucede con la magistrada Pilar Llop, que ha estado siempre a la altura de las responsabilidades que ha asumido y coincide con los nuevos ministros y muchos de los que siguen en su perfil dialogante, algo que necesitará para afrontar los retos de la Justicia.
Otro acierto ha sido prescindir de la ministra de Asuntos Exteriores que deja un balance lamentable fruto de su incapacidad para gestionar esta cartera y su inexperiencia. Es bueno que al frente esté un diplomático con criterio, experiencia y que tiene la confianza de Sánchez. Manuel Albares ocupaba la importante embajada en París. La sustitución de Isabel Celáa por Pilar Alegría permite augurar que será la candidata a la presidencia de la comunidad aragonesa y le entrega una cartera donde se podrá lucir. La ley de educación ya está aprobada y tiene una magnífica plataforma para las autonómicas de 2023. Es algo que también se puede intuir con Isabel Rodríguez para Castilla-La Mancha o Darias en Canarias. Miquel Iceta pasa a Cultura y Deportes, que es un ministerio con proyección donde podrá hacer política que es lo que realmente le gusta. Su perfil le permitirá llevarse bien con el mundo de la Cultura que es uno de los principales caladeros de votos del PSOE.
Sánchez ha vendido un gobierno más joven, feminista y de proximidad que realmente representa una renovación generacional, porque pasa de una media de edad de 55 años a 50. Es otro claro mensaje de hacía donde encamina su esfuerzo para conseguir la recuperación, no solo económica sino también electoral. A María Jesús Montero le premia incorporando Función Pública a Hacienda algo que es bastante coherente, aunque es un área muy complicada y conflictiva. Las salidas de Carmen Calvo y José Luis Ábalos, que estuvieron al lado de Sánchez tras su defenestración, era un secreto a voces ya que se daba como seguro, pero esperaban seguir. No ha sido fácil prescindir de ellos, pero necesitaba visualizar una nueva etapa en el gobierno y en el partido. Es, también, un mensaje muy claro con la vista puesta a la profunda renovación que se vivirá en el Congreso Federal del PSOE.
La elección de dos alcaldesas para asumir carteras importantes como son Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y Ciencia e Investigación es un dato muy interesante. Raquel Sánchez, que estaba al frente de la ciudad catalana de Gavá, la ha dado el gran departamento inversor y es un claro refuerzo para el PSC y un guiño a Cataluña. En el segundo caso, ha elegido a la ingeniera Diana Morant, alcaldesa de Gandía, con buen currículo y es un apoyo para Ximo Puig y el PSOE en la comunidad Valenciana que es un territorio muy importante para conseguir votos. Por tanto, la parte socialista del gobierno, que es la fundamental, porque cuenta con las carteras con competencias, recursos y proyección, sale muy reforzada y cohesionada con el objetivo de aprovechar la recuperación económica y superar la inacción que afectaba a muchas áreas por culpa de la pandemia. Otra cuestión distinta es que el balance final sea el que persigue Sánchez. Dentro de unos meses veremos si ha acertado o se ha equivocado.