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China cede a India el cetro como país más poblado del mundo
Por primera vez desde 1950, China no lidera la lista de población mundial. India le supera con sus 1.425 millones de habitantes. A esto se suma un boom del PIB que ya sitúa a India como quinta potencia económica del mundo
La ONU anunciaba hace unos días que India se acaba de convertir en el país más poblado del mundo. En abril se han contabilizado más de 1.425 millones de indios; unos 25 millones más habitantes que China, país que ocupaba el primer lugar en peso demográfico del mundo desde 1950. Al buen ritmo de natalidad indio se suma el descenso de la población china, como consecuencia de la restrictiva política de hijo único activa en el país desde 1982 hasta 2015. Las mujeres chinas siguen teniendo 1,2 hijos y se prevé que la población disminuya casi un 10% en las próximas dos décadas hasta caer por debajo de los 1.000 millones a finales de siglo. India, por contra, ha aumentado su población en más de mil millones desde mediados del siglo pasado y se espera que siga creciendo durante las próximas décadas hasta alcanzar, dicen los pronósticos, los 1.700 millones en 2050. «El proceso de transición demográfica de India ha sido más lento que el chino, porque no ha habido políticas tan radicales de control de la natalidad. Sin embargo, en India también está descendiendo el número de nacimientos, aunque de forma más gradual. Ahora, de media, se contabilizan dos hijos por mujer. Se espera que la población empiece a disminuir a finales de siglo en ambos países, pero en India todavía se verá un crecimiento durante las próximas décadas», aclara Fernando Gil, profesor del departamento de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona.
Este cambio demográfico lleva a plantearse si India puede convertirse en un gran poder global y modificar el panorama geopolítico y económico del mundo. Al menos eso se plantea el New York Times que en un artículo afirma: «Si India puede usar su tamaño, y la disminución de la población de China, para ponerse al día, el mundo cambiará nuevamente». Para Antonio López, investigador del Centro de Estudios Demográficos y del Departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona no está tan claro que peso demográfico y peso global vayan de la mano. «Los demógrafos en general al volumen demográfico de un país le quitamos las connotaciones de si eso supone más o menos progreso. Eso depende más de otras cuestiones como la política o la economía. Se puede ser un país fuerte con poca población o al revés. Ya no estamos en los tiempos en que tener muchos habitantes era sinónimo de peso a nivel mundial. Se ha diluido esta idea», dice.
Sin embargo, la cuestión que plantea la cabecera americana no es baladí porque el cambio en la dinámica demográfica va unido a un potente crecimiento económico de India. A finales de 2022, el país se convertía en la quinta potencia económica del mundo por PIB, superando a Reino Unido. Según datos del Fondo Monetario Internacional la cifra del PIB del país se sitúa en los 3.100 millones de dólares y el crecimiento promedio del producto interno bruto ha sido del 5,5% durante la última década. La multinacional financiera Morgan Stanley prevé que será la tercera economía del mundo en 2027 ( informe: «India’s impending economic boom»). La razón: «Una triple tendencia que se ha instaurado en el país: la deslocalización global, la digitalización y la transición energética. El PIB podría duplicarse y superar los 7.500 millones de dólares en 2031. Su participación en las exportaciones mundiales también podría duplicarse durante ese período».
India se está convirtiendo en un buen lugar para la inversión de grandes empresas. Sin ir más lejos, el gigante americano Apple acaba de abrir su primera tienda en el país y el año pasado inició su producción de sus móviles allí. Además, es proveedor de servicios de desarrollo de software, servicio al cliente y subcontratación de procesos comerciales para muchas multinacionales. «En la próxima década es probable que se duplique la cantidad de personas empleadas en India para trabajos fuera del país... India también está lista para convertirse en la fábrica del mundo, ya que los recortes de impuestos corporativos, los incentivos a la inversión y el gasto en infraestructura ayudan a impulsar la inversión», indica Morgan Stanley.
Además, a nivel geopolítico, en los últimos tiempos se ve una clara intención del gobierno del país por ganar peso a nivel global. Este año, India preside el G20 y forma parte del club BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a través de la cual firma alianzas comerciales y estratégicas con otros países. También ha entrado a formar parte del recién creado Marco Económico Indopacífico junto a EE UU, Japón y otros países del sudeste asiático y es parte del Diálogo de Seguridad Cuadrilátero (el Quad), junto a Australia, India, Japón y Estados Unidos.
Algunos medios no dudan en afirmar que esta será la década de India, pero para que eso sea así, todavía tiene retos pendientes que superar. Su población es relativamente joven (la media de edad es 28 años) y eso podría suponer una ventaja respecto a China. El Banco Mundial proyecta que la población en edad laboral de China caerá a 600 millones para 2050 y la de India aumentará a 800 millones. «El número de personas activas en India es mucho mayor que el de las inactivas. Este factor podría suponer una ventaja en la carrera por el crecimiento económico, pero solo llegará a serlo si el Gobierno de Narendra Modi prioriza la creación de oportunidades laborales», dice New York Times. Se calcula que menos del 50% de los indios en edad de trabajar forman parte de la población activa. En el caso de las mujeres, la cifra es aún más baja: solo el 20%. Según datos publicado por France 24, además, solo el 66% de las mujeres en India saben leer y escribir (en China este porcentaje se eleva al 96%).
Eso por no hablar de la pobreza. Siguiendo los informes de la ONU «un porcentaje considerable de habitantes todavía se ve aquejado por problemas de nutrición». El Plan Estratégico de India de 2023 a 2027, de hecho, apuesta por la lucha contra la pobreza y el urbanismo, agua, educación y empleo, seguridad y desarrollo humano. «La India es un país con mucha diferencia de clases. Hay zonas muy desarrolladas y otras muy pobres. Hay que tener en cuenta, además, el ejemplo de China, que en las últimas décadas ha crecido mucho económicamente pero porque además de población, se ha invertido en I+D y en formación. Mientras que en India la apuesta tecnológica viene de manos privadas, en China ha sido el estado el que decidió ir por ese camino», dice Ana Isabel Jiménez, profesora de los estudios de economía y empresa de la Universidad UOC.
Sin censo
Curiosamente otro de los retos a los que se enfrenta el país es su propio censo. Se desconoce el tamaño exacto de la población de India, debía realizarse un censo en 2021 y se retrasó debido a la pandemia. «Según las predicciones, la población ha crecido en casi 200 millones desde 2011 y los expertos afirman que la falta de datos vitales está obstaculizando la elaboración de políticas y programas de bienestar», cuenta en un reportaje Eldiario.es en colaboración con el periódico The Guardian.
Por último no hay que olvidar un matiz: «Otro asunto que quizá pueda generar conflictos en el futuro. Y es que la tasa de hijos por mujer es un poco más alta para la minoría musulmana. En algunas regiones esto podría ser un pequeño punto de conflicto si tenemos en cuenta que el actual partido en el gobierno es nacionalista hindú y que han aumentado el número de enfrentamientos entre ambas poblaciones», detalla Fernando Gil de la UB.
Cambio climático
Un asunto importante que tiene que ver directamente con el crecimiento es el consumo energético. Según los cálculos de Morgan Stanley, «el consumo diario de energía de la India podría aumentar hasta un 60 % durante la próxima década. India necesitará aprovechar los combustibles fósiles para satisfacer sus crecientes necesidades energéticas», dice la firma, aunque «se estima que dos tercios del nuevo consumo de energía se suministrará con energías renovables como biogás y etanol, hidrógeno, energía eólica, solar e hidroeléctrica. Esto podría reducir la dependencia de la India de la energía importada y mejorar las condiciones de vida en un país que ahora alberga 14 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo» .
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