Tres años de Patrimonio Mundial: así ha cambiado (y cambiará) el Paisaje de la Luz

Hay pocas cosas que no haya en Madrid. Sin embargo, una se nos resistía: la de contar con algún bien o rincón que figurara en la prestigiosa lista del Patrimonio Mundial de Unesco. La capital se desquitó de aquella carencia el 25 de julio de 2021, cuando, a 11.000 kilómetros de distancia, en la ciudad china de Fuzhou, el Comité de Patrimonio Mundial hizo oficial la declaración. El hito se produjo gracias a la candidatura bautizada como el Paisaje de la Luz: el Paseo del Prado, entre Cibeles y la plaza del Emperador Carlos V en Atocha, los jardines del Buen Retiro y, consecuentemente, todos los monumentos que dichas zonas acogen. Y no son pocos, teniendo en cuenta que la candidatura se cimentaba en un entorno urbano donde cultura, ciencia y naturaleza convivían desde mediados del siglo XVI.

La declaración como Patrimonio Mundial conlleva un prestigio, pero también muchas obligaciones. Por ello, en los últimos tres años, el Ayuntamiento de Madrid ha llevado a cabo varias reformas del Paisaje de la Luz –algunas de ellas ya terminadas–; otras ya están proyectadas y algunas todavía deben ser redactadas.

Parque de El Retiro

En lo que se refiere al emblemático parque madrileño, uno de los primeros trabajos concluidos fue la renovación de la Montaña de los Gatos, el montículo artificial levantado por Fernando VII en el siglo XIX y conocido así por haber sido el espacio habitual para las colonias de felinos que poblaban este enclave. Situada junto a la confluencia de la calle O’Donnell y la avenida de Menéndez Pelayo, fue reabierta durante el verano de 2023 como espacio para exposiciones tras dos décadas sin uso, con una inversión superior a los dos millones de euros.

A la vez que reabría la Montaña de los Gatos, en el mismo parque se iniciaban los trabajos de recuperación de la escultura dedicada a Alfonso XII, que preside el principal estanque de los jardines. Concretamente, su torre fue objeto de labores destinadas a subsanar filtraciones de agua de lluvia en el mirador, así como la limpieza y restauración de los grupos escultóricos de El Progreso, La Libertad y La Paz. Finalmente, en octubre, la obra lució ya renovada.

Por último, la Cuesta de Moyano, una de las escasas calles a nivel mundial dedicadas exclusivamente a la venta de libros, contará con una importante novedad en 2025, año en el que este enclave cumplirá cien años de historia: un pequeño café cultural polivalente, que nace como polo de atracción de viandantes y para convertirse en un nuevo elemento dinamizador de la vida cultural madrileña. Según avanzaron a LA RAZÓN desde Cibeles, se tratará de un elemento ligero y de usos múltiples, y constará de varios espacios interrelacionados y configurables que albergarán pequeñas obras de teatro, coloquios, recitales, presentaciones literarias... Esta «cafetería literaria» se integrará en el entorno de las casetas «sin estridencias», ya que se trata de una zona de «excepcional interés patrimonial».

La nueva Puerta de Alcalá

Era el gran «melón» que había que abrir. Más de dos siglos contemplaban al más fotogénico monumento de la capital, quizá su principal tarjeta de visita. Y el tiempo no ha pasado en balde. Los daños en los grupos escultóricos, la fachada y la cubierta de plomo eran preocupantes. Y la intervención resultaba urgente. Finalmente, y tras once meses de trabajos, la última lona que aún cubría la Puerta de Alcalá cayó el pasado mes de diciembre, coincidiendo con el inicio de las Navidades. Eso sí, desde ahora, su estado de conservación será monitorizado constantemente, con vistas a evitar problemas similares en el futuro.

Bulevar de Alcalá

La célebre Puerta es protagonista también de otro de los proyectos enmarcados dentro de la puesta en valor del Paisaje de la Luz. Para antes de que finalice 2024, está previsto que comiencen las obras del bulevar que unirá Cibeles con la Puerta de Alcalá. Una infraestructura arbolada y peatonal que quedará flanqueada a ambos lados por dos carriles para los vehículos, un carril bus-taxi y un carril bici de ida y vuelta en sentido Cibeles-Alcalá. El nuevo bulevar supondrá la eliminación de los tres carriles para vehículos en sentido Cibeles-Alcalá, que se quedará con dos para vehículos, uno para bus-taxi y un carril bici. En cuanto a la orientación Alcalá-Cibeles, quedará con dos carriles para vehículos y un carril para autobús y taxi, frente a los cuatro carriles para coches y el carril bus-taxi que existe a día de hoy.

Fuente de Neptuno

Ya en el Paseo del Prado, una de sus construcciones más célebres será objeto de un ambicioso lavado de cara. El pasado abril, técnicos municipales revisaron el estado de la Fuente de Neptuno. Como ocurría con la Puerta de Alcalá, el monumento también presenta síntomas de declive: agrietamiento, fisuras abiertas, morteros antiguos, suciedad generalizada... No será necesaria una intervención equiparable a la de la Puerta, pero sí precisa de una intensa labor de «blanqueamiento». Los trabajos arrancarán, previsiblemente, el próximo mes de septiembre, tras pasar las jornadas más calurosas del verano madrileño, para poder utilizar los productos que requieren los técnicos para llevar a cabo los trabajos de restauración. Y es que, como explicaban desde el Consistorio, algunos de esos productos pueden llegar a hervir si están expuestos a temperaturas extremas. La actuación está enmarcada en el Plan de Conservación de Monumentos de la Dirección General de Patrimonio Cultural, con un plazo de ejecución de tres meses y contará con una inversión de 17.600 euros.

Reforma del Eje del Prado

Es uno de los secretos mejor guardados del Ayuntamiento de Madrid, pero parece que será una realidad: la reforma del Paseo del Prado, no en vano, el eje vertebrador del Paisaje de la Luz.

Esta renovación incluirá en primer término la remodelación del espacio comprendido entre la Glorieta de Carlos V y el Panteón de España, que comenzará cuando terminen las obras subterráneas que están realizando en el entorno la Comunidad de Madrid y Adif. Nada ha trascendido del proyecto, pero por lo argumentado hasta el momento, la intención será la de enlazar Atocha con el Paisaje de la Luz, conectando así los grandes museos de la zona (Reina Sofía, Prado y Thyssen).

En lo que respecta al paseo del Prado, el Consistorio avanzó este año que será reformado en fases posteriores, y «siempre respetando los valores de autenticidad, integridad y universalidad por los que la Unesco reconoció a este espacio como Patrimonio Mundial». Por tanto, todos estos proyectos necesitarán el visto bueno de la Comisión Local de Patrimonio y de la propia Unesco.