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Gastronomía

Las Margaritas: la terraza que no hay que perderse este verano

Aquí hallarán desconexión, disfrute y mucha y buena música. Lidera el proyecto Bosco Blanco, tercera generación de familia hostelera

La terraza tiene una extensión de unos mil metros cuadrados LRM

Qué es la vida, sino un frenesí de gastronomía y música. Este verano es que estoy muy bailongo y dejando de lado todo tipo de prejuicios musicales. Hay que abrir la mente –open your mind, dicen los entendidos– y dejarse llevar. Como verán en mis últimos artículos, la gastronomía y la música maridan muy bien. No es que les venga a descubrir la pólvora a estas alturas. Al igual que en la mesa, en la música hay que escuchar todo tipo de géneros, que no todo es Julio Iglesias, Rocío Jurado o Miguel Bosé –como ídolos que son, que no se nos olviden–. Pero cada cosa tiene su momento y hay también que dar una oportunidad a otros estilos, a otras maneras de entender la música como acompañamiento de una buena comida. Y el verano está para eso; para experimentar sabores, descubrir platos y escuchar nuevas músicas. Y una terraza es el escenario perfecto para todo esto.

Ya sé que el tema de las terrazas no es ninguna novedad, pero confíen en mí y luego ya me dicen. Hoy les traigo Las Margaritas. Esta casa de comidas de El Plantío, a pocos minutos del centro de la capital, estrena esta temporada la terraza más libre de Madrid, perfecta para dejarse llevar. Disfrute, desconexión, mucha y buena música y una propuesta gastronómica de diez. Esto es lo que ofrece su nueva terraza, con una vibrante oferta social y de entretenimiento. Es el destino perfecto para desconectar de la rutina, compartir unas raciones entre amigos –acompañado de un cóctel o uno de sus singulares vinos– y charlar tranquilamente al son de su variada propuesta musical.

En su terraza ajardinada de 1.000 m² conviven varios ambientes –una zona de barra, mesas altas y bajas, una cristalera cubierta y un área chillout– diseñados para diferentes momentos del día, que, sin embargo, se unifican orgánicamente cuando los jueves y los domingos por la tarde suena la música de Radio Margaritas. Es un programa musical en directo, que, más allá de amenizar las tardes veraniegas, pretende ser el catalizador de una experiencia de buen rollo, conversaciones entre amigos y picoteo rico. Inspirándose en los antiguos listening bars de Japón de los años 60, Radio Margaritas introduce a los selectors –dj especializados en la selección y curaduría de música– para crear una atmósfera única. En un lateral de la terraza, se ubica el «búnker» desde el que los selectors hacen sonar su curación de canciones de diferentes géneros. A su lado, un espacio que sirve de escenario para conciertos íntimos de artistas de la escena musical independiente madrileña y nacional. El ayer y el hoy musical en un mismo espacio.

Encontraremos pescados y carnes de excelente calidadLRM

Pero no todo es música, no se me crispen. La terraza cuenta con una oferta gastronómica de picoteo y raciones para compartir, entre las que destacan las brochetas de su vistosa parrilla exterior. Las hay de berenjena china y shiitake; de tsukune de ternera, una suave albóndiga japonesa, sorprendente por su textura melosa e intenso sabor, y de pulpo, entre otras. La carta la completan referencias clásicas de la casa, como las gildas, la ensaladilla rota –con huevo frito, en un curioso contraste de sabores y temperaturas– o las perfeccionadas croquetas de caldero de Guijuelo. Consolidada como un referente gastronómico de la ciudad –con un solete de la Guía Repsol y mención a mejor restaurante por debajo de 40 € (Metrópoli)–, Las Margaritas te hace sentir en todo momento como en tu casa. Más allá de la terraza, su carta habitual cuenta con platos tradicionales de la gastronomía española, como las puntillitas fritas; elaboraciones especiales, como el croissant de carrilleras al vino tinto; arroces secos y melosos y un rincón dedicado a la huerta. Sin embargo, la parrilla es la gran protagonista; por sus brasas pasan pescados traídos directamente desde las mejores lonjas del país cada mañana y piezas de carne de excepcional calidad.

Bosco Blanco, economista de profesión y tercera generación de familia hostelera (Nebraska, En Copa de Balón), lidera esta versátil casa junto al chef Javier Montes, formado en la escuela de Luis Irizar. En su restaurante, Bosco eleva su oferta sencilla y variada de comida rica y tradicional, centrada en la mejor materia prima. Con este proyecto, el joven de 32 años ha recuperado esa esencia de los restaurantes españoles de toda la vida, caracterizados por la cercanía con el consumidor, la sencillez y el cariño de sus recetas y el producto como principal protagonista.

¡A disfrutarla!