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Educación

Colmenar Viejo en contra de la «nomofobia»

El ayuntamiento y la plataforma «Adolescencia Libre de Móviles» presentan un acuerdo para retrasar la entrega del primer smartphone hasta los 16 años de edad

MADRID.-Colmenar.- Adolescencia Libre de Móviles presenta un 'Pacto de Familias"' para retrasar su uso hasta los 16 EUROPAPRESS

El grupo local de Colmenar Viejo, Soto del Real y Tres Cantos, son algunos de los territorios que se han adherido a esta plataforma con el fin de desarrollar una conciencia crítica. A través de un «Pacto de Familias», familias y profesionales de tres institutos públicos (IES Ángel Corella, IES Rosa Chacel e IES Marqués de Santillana) y uno concertado (Colegio Zurbarán) del municipio, buscan fomentar un pacto social que retrase la edad en la que se hace entrega a los menores de un teléfono móvil con acceso a Internet (smartphone) propio. En este contexto, LA RAZÓN se ha puesto en contacto con el alcalde de Colmenar Viejo, Carlos Blázquez, y la plataforma «Adolescencia libre de móviles».

«Desde el Ayuntamiento somos conscientes de la creciente preocupación de familias y educadores por los efectos negativos que el uso temprano de los smartphones tiene sobre los niños y adolescentes, no solo en el aprendizaje y el rendimiento escolar, también en sus relaciones sociales y comportamiento porque son una fuente de conflictos y dificultan el correcto desarrollo de la vida educativa. Además, el acceso a contenidos inapropiados incrementa los riesgos de ciberacoso, problemas de salud mental, soledad y otras situaciones que pueden derivar en conductas adictivas».

El alcalde de Colmenar Viejo considera que, muchas veces, los padres no son conscientes de lo que hacen sus hijos. Y por ello «debemos alcanzar un consenso social para que el máximo número posible de familias retrasen la entrega a los menores de su primer smartphone y que, cuando lo hagan, conozcan todos los riesgos del uso de estos dispositivos, minimizándolos»

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Por su parte, Carlos Blázquez apela a las Administraciones a actuar contra estas adicciones que «quitan libertad y destrozan vidas». Con ello, ha trasladado el deber público de ayudar a los menores a saber vivir en un mundo digital lleno de oportunidades, pero, sobre todo, de peligros; con el objetivo de que puedan tener una infancia segura y una juventud plena. También por ello, la Comunidad de Madrid ha creado un protocolo pionero en España para prevenir de manera precoz las adicciones comportamentales a las pantallas (internet, redes sociales y teléfonos móviles), al ciberjuego, a las apuestas y a la pornografía entre los alumnos.

En lo que respecta a la plataforma, ha detallado a LA RAZÓN los problemas que, en calidad de expertos, vienen detectando desde hace años atrás. Explican que el uso excesivo de los teléfonos móviles ha traído consigo una serie de consecuencias negativas que afectan a diversos aspectos de la vida humana.

En primer lugar, se ha observado una notable pérdida de oportunidades para la socialización. Esto incluye cambios en el estado de ánimo y en las relaciones sociales, ya que muchas personas tienden a ignorar su entorno mientras usan el móvil. Además, la omnipresencia del dispositivo en actividades de ocio ha provocado una disminución en la capacidad de comunicación tanto verbal como no verbal.

Otro problema significativo es «la transformación de las personas en individuos manipulables y con escaso criterio». Este fenómeno se manifiesta a través de «la desinformación y la proliferación de noticias falsas, bulos y manipulación». Asimismo, la plataforma señala que la participación en retos y desafíos virales a través de la publicación de contenido inapropiado son prácticas cada vez más comunes.

Consecuencias

El uso del móvil también fomenta conductas delictivas como el ciberacoso y la captación de personas para actividades delictivas. Entre estos delitos, se encuentran la captación y publicación de imágenes de menores sin permiso, el ciberacoso, y el acceso a contenidos peligrosos, ha informado la plataforma a LA RAZÓN. A esto se suma, por una parte, la falta de ejercicio derivada del uso intensivo del móvil que conlleva una pérdida de habilidades psicomotrices; y por otra, se complementa con la creación de necesidades irreales, promoviendo el consumismo a través de aplicaciones de compra.

En cuanto a las habilidades cognitivas, «se ha detectado una disminución en la atención y concentración, un aumento de la lectura superficial y dispersa, y una tendencia a la baja en las competencias lectoras. Estos factores contribuyen a un aprendizaje deficiente y, en muchos casos, al fracaso escolar».

Otra consecuencia negativa que destaca la plataforma tiene que ver con la conflictividad familiar, que también ha aumentado, sumada a diversas alteraciones fisiológicas, como el incremento de la obesidad, la miopía y los trastornos del sueño. «Estos problemas se ven agravados por estados de estrés y conductas disruptivas, así como por daños neurológicos y neuropsicológicos».

Nomofobia

El fenómeno de la adicción y la dependencia del móvil «es alarmante», valoran los expertos, quienes, además, han observado cambios en las rutinas y aficiones, un uso abusivo del dispositivo y dependencia, consumo de pornografía, y estrés cuando el móvil no está disponible, conocido como «nomofobia».

Finalmente, el uso excesivo del móvil distorsiona la realidad de los usuarios, llevando a trastornos alimenticios, conductas autolíticas como intentos de suicidio y autolesiones. La exposición a desconocidos a través del móvil también aumenta los riesgos, especialmente en términos de seguridad personal.

De este modo, el ayuntamiento de Colmenar Viejo, apoyado por los conocimientos científicos de la plataforma «Adolescencia libre de móviles», confirman que el impacto del uso excesivo del móvil es «profundo y multifacético», afectando tanto a la salud física y mental de los individuos como a la dinámica social y familiar, y creando un conjunto de desafíos que requieren una atención urgente. Esperan que sean más los que se sumen a esta iniciativa.