Las Chirigotas hacen «sold out» en el Matadero de Madrid

Un año más, Matadero se convirtió ayer en escenario del XV Encuentro de Chirigotas y Comparsas. Centenares de vecinos se acercaron hasta allí para disfrutar de esta tradición musical. También del ambiente festivo que se ha respirado este fin de semana en la ciudad y que alcanzó tal éxito que, en un momento de la mañana, se colgó el cartel de «completo». Durante sus tres horas de duración, fuimos testigos de una explosión de humor, ingenio y colorido puesto en escena después de un gran trabajo de meses. Por el escenario pasaron siete comparsas. Todas fueron críticas hasta el extremo y no dejaron títere con cabeza. Como, por ejemplo, los Chiriborders, que dedicaron su actuación a hablar del alto precio de la luz y de los alimentos, de la actual situación política o de la sanidad pública. O la Chirigota Femenina de Lérbola, que aprovechó el ritmo de canciones como «Libre» de Nino Bravo, «Cuéntame qué te pasó» o los «19 días y 500 noches» de Joaquín Sabina, para poner en el foco el cambio climático, el feminismo o el exilio del Rey emérito.

Entre sus líneas, las Chirigotas del Juandi, de Ropheolas , de Japi Yepes, de la Gran Vía y «El Desván» de Vallekas mencionaron nombres de celebridades de rigurosa actualidad como Shakira, Piqué, Ana Rosa Quintana, Pablo Motos, Belén Esteban o nuestra representante de Eurovisión, Chanel Terrero. Sin duda, un exhaustivo repaso por todos los acontecimientos históricos y actuales, políticos y sociales, de nuestro país que utilizaron como arma arrojadiza para dar rienda suelta a la carcajada. Un acontecimiento que triunfó ayer, en el marco de la celebración del Carnaval, y que este año ha conseguido superarse, como ya ocurrió el sábado con desfile, a cargo por primera vez de una compañía profesional, el grupo Yllana en este caso. Antes de esto, los más tradicionales pudieron disfrutar también del manteo del pelele. Una actividad dirigida por la asociación cultural Arrabel, que puso a diferentes grupos entre el público a cantar y bailar al son de coplas y melodías de los carnavales madrileños mientras manteaban su muñeco de trapo.