Política

Ayuso: "Mi pareja está sufriendo una inspección fiscal salvaje, Hacienda le debe casi 600.000 euros"

Considera que el objetivo de Sánchez es "desestabilizarme a través de mi destrucción personal, cuando el único destruido aquí es él"

Dio todo lujo de detalles de su vida personal: de su novio y sus asuntos con Hacienda, del piso en el que vive, de su padre, de su madre, de su hermano, de su coche de segunda mano...Todo en su afán de ser cristalina para evidenciar que tras las acusaciones de presunto fraude de 350.951 euros de su pareja, valiéndose de una supuesta trama de facturas falsas y sociedades pantalla entre los años 2020 y 2021, hay un único objetivo: «buscar desestabilizarme a través de mi destrucción personal, cuando el único destruido aquí es él».

Así, Ayuso comenzó en Leganés, donde celebró un Consejo de Gobierno extraordinario, a dar explicaciones de todo y por todo, en una rueda de prensa en la que se mostró afectada pero contenida.

Empezó por su pareja sentimental, Alberto González Amador, de quien dijo que pagó a Hacienda más de 300.000 euros en 2022. No es que deba a Hacienda nada, sino que «es Hacienda la que le debe 600.000 euros por intereses. No hay trama de facturas, no hay empresas fantasma, todo es un invento de la verdadera trama antidemocrática que gobierna España: la trama de Pedro Sánchez que usa a la Fiscalía para atacar, no solo políticamente, sino personalmente a Isabel Díaz Ayuso», dijo Tajante.

Ayuso salió en defensa de su pareja denunciando que «está sufriendo una inspección fiscal salvaje que afecta a 2018, 2019, 2021 y ahora pretenden que sea 2022 para retrasar los casi 600.000 euros que Hacienda le debe. Es falso que deba 350.000 euros por fraude, no debe nada». Más aún, aseguró que se trata de «una inspección de Hacienda sacada de quicio» contra un particular «asediado» víctima de la «utilización de los poderes del Estado».

Más aún, afeó las formas de la ministra de Hacienda al asegurar que «soltaba por los pasillos y allá donde tenía ocasión los datos personales de ese particular (su pareja) sin que él mismo los supiera».

Ayuso, que insistió de manera recurrente en la idea de que es víctima de «una persecución política escandalosa», también aclaró que no hay un solo contrato de su pareja con la Comunidad de Madrid que pudiera indicar que durante la pandemia recibiera trato de favor alguno. «Se está mezclando todo esto en una persecución política escandalosa donde todo huele a turbio y turbio por cómo se inició la inspección, y turbio por cómo se ha desarrollado por las filtraciones por el hecho de que todos salieran en tromba los medios cercanos al Gobierno a la misma hora con los mismos argumentos de manera orquestada».

Por aún quedaba alguna duda, puntualizó que lo investigado sobre Alberto González Amador se ciñe a una etapa de su vida en la que no tenían relación de pareja. «La próxima vez que salga con alguien le pediré el currículum, si tiene alguna inspección de Hacienda y también el certificado de vacunación. Si soy culpable de algo es de haber tenido una relación con un ciudadano anónimo», dijo molesta.

De paso pidió respeto a la privacidad de Alberto González porque «un ciudadano tiene derecho a llevar su vida particular, no es un cargo público y no ha vivido de serlo», sentenció.

Y en este punto Ayuso centró la atención en el presidente del Gobierno: «Algo le sucede a Sánchez para estar así de nervioso», dijo la presidenta madrileña. “Está sentado en la corrupción política y busca desestabilizarme, pero esto no lo va a tapar aunque pida mi dimisión». Por último, hizo una recomendación al presidente del Gobierno: «Relájese, porque no sabemos qué le está pasando, lo que a lo mejor le recomiendo son unas vacaciones en República Dominicana y usted lo sabe muy bien, hay vuelo directo», dijo irónica.

[[H2:Un piso que «está legal»]]

La baronesa madrileña también quiso dar explicaciones, antes incluso de que le preguntaran, sobre otras cuestiones relacionadas con su vida personal, como es el piso que comparte con su pareja, del que la ministra de Hacienda asegura que se ha comprado de manera fraudulenta. «No es un piso de un millón, no es mío, está hipotecado, está registrado mediante notario, está legal y está todo en A. Cuando Hacienda le devuelva lo que le debe, a lo mejor lo compra...».

Ayuso relató detalles de su vida personal sobre a los que a pocos políticos se les ve dando explicaciones, como es el hecho de que lleva viviendo de alquiler casi veinte años, aunque temporalmente reside con su pareja en el domicilio de éste. «Él es un particular y puede comprarse la vivienda que le venga en gana y yo tengo derecho a dormir en la cama que considere».

En propiedad asegura tener un Golf GTI de segunda mano, del año 2006, y una vivienda en nuda propiedad. «Y ahora he cometido el pecado de vivir con una persona que económicamente le va mejor que a mí. Sigan por ahí...».

No la preguntaron pero quiso seguir hablando de sus familiares para alejar toda sombra de sospecha de enriquecimiento, empezando por su padre: «murió siendo un hombre honrado, sin deber un duro, mi madre no ha dado ningún pelotazo de nada, con mi expareja no tengo relación alguna, mi hermano es un comercial, como otros tantos miles, y lleva 30 años haciendo lo mismo y mi actual pareja no está en ninguna trama, lo único que está sufriendo es la manipulación de una inspección de Hacienda que solamente se ha orquestado para hacerme daño a mí». Ayuso no ocultó sentirse molesta por el hecho de que el presidente del Gobierno hubiera pedido su dimisión. Y le respondió con contundencia. A él y a todo su equipo de Gobierno, detrás de lo cual vio una clara intencionalidad: «Tapar el escándalo» que supone aprobar hoy «la ley más corrupta de la democracia, la ley que amnistía a delincuentes y presuntos terroristas».

Y ahondó en la crítica: «El presidente que sigue sin exigir su acta de diputada a la señora Armengol, imagino que para intentar tapar ese escándalo. El presidente que mantiene en su cargo al exministro Illa, cada vez más sospechoso de haber repartido millones de euros sin justificación, ha pedido mi dimisión, imagino que para intentar tapar ese escándalo»...

Pero fue clara en sus pronósticos: «Pedro Sánchez está sentado en la corrupción política y económica, y eso no lo va a tapar, aunque pida mil veces mi dimisión».