Movilidad
Metro de Madrid prevé cortar en verano la mitad de la Línea 1 para renovarla
La reforma duraría cuatro meses y afectaría de Sol a Valdecarros, aunque habría buses de la EMT sustitutivos para los viajeros
El consejero de Transportes e Infraestructuras y presidente de Metro de Madrid, David Pérez, ha adelantado este lunes que “con toda probabilidad” el primero de los dos cortes de la Línea 1 con los que acometerá su renovación integral se iniciará en el verano de 2023, aprovechando la bajada de usuarios vinculada a la época estival y a expensar de la coordinación con Cercanías y la Dirección de Infraestructuras.
Así lo ha apuntado el consejero en la presentación de una campaña solidaria del suburbano, al ser preguntado por la suspensión del servicio de esta línea, cuya primera etapa comprende desde Valdecarros hasta Sol, manteniéndose operativa esta última durante el transcurso de los trabajos.
“Será con toda probabilidad en verano. Pero no caben otros elementos. Casi siempre las hacemos en verano, sobre todo las grandes. Es el único factor temporal que cuenta”, ha incidido el titular de Transportes tras ser preguntado por si los trabajos empezarían tras las elecciones autonómicas de mayo.
Pérez ha defendido que desde el suburbano van escalonando las obras de mejora en cada línea y que “ahora toca la 1″ con el objetivo, entre otros, de mejorar su velocidad, eficiencia energética o seguridad. Para ello están organizándolo con Cercanías para poder producir el “menor impacto”.
Dos fases de cortes con cuatro meses cada una
El proyecto, según figura en el Pliego de Condiciones Particulares para la Contratación, prevé estas dos fases en las que a su vez habrá tres etapas en cada una.
La primera constará de trabajos previos al cierre del servicio, que se acometerán a lo largo de tres meses de 2:30 a 5 horas; el segundo implicará la suspensión del servicio de la L1 durante un máximo de 129 días -es decir, cuatro meses-, y otras labores posteriores de tres meses en horario nocturno en el que estará operativa.
Estos trabajos implicarán el fin del balasto en la red, ya que la línea celeste es la única que queda con este material, que al tener “tanto uso y frecuencia” sumado al gálibo estrecho implica que este componente “termine perdiendo la elasticidad esencial”, según explicó el viernes la consejera delegada del suburbano, Silvia Roldán, en la Comisión de Transportes de al Asamblea de Madrid. Por ello, los trabajos implicarán la reposición de la vía en el “lugar óptimo” para garantizar el confort y seguridad con el cambio de superestructura.
Estos cortes aún no han podido ser definidos en el tiempo. Roldán ha indicado que para poder planificar estos trabajos -incluidos en los 150 millones para reposición de activos de la compañía- una de las cuestiones “más importantes” es contar con la parte técnica completa y la planificación presupuestaria.
“Para nosotros en el contexto actual es tremendamente complejo desarrollar los procedimientos en este contexto económico. En este caso el objetivo es que tenga la mínima afección posible”, ha remarcado Roldán, quien ha avisado, aún así, que los plazos también pueden ser afectados por el proceso de contratación pública y si el proyecto se recurre a los tribunales.
Servicio de bus de la EMT
Durante los meses que esté interrumpido el servicio se complementará con autobuses sustitutivos de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT).
El delegado de Medioambiente y Movilidad del Consistorio de la capital, Borja Carabante, explicó el pasado noviembre durante una comisión de su ramo que se pondría en marcha este servicio y apeló al Ejecutivo central para que implementase también un refuerzo en Cercanías para compensar este corte.
Esta renovación integral cuenta con un Presupuesto Base de Licitación de más de 17,3 millones de euros y un valor estimado de 23,1 millones, según recoge el Proyecto.
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