Así es la mansión de Elvis Presley, la más visitada del mundo

El rey del rock vuelve a estar en boca de todos. Como leyenda que es, jamás ha dejado de deslizarse su nombre por nuestros labios, pero estos días ha adquirido un protagonismo especial con el estreno de Elvis, de Baz Luhrmann, protagonizada por Austin Butler.

Tal vez no lo sepas, pero, desde hace unos años, la famosa mansión de Elvis en Tennessee, que aparece en la película, se puede visitar. De hecho, es la vivienda privada más frecuentada de Estados Unidos. Se llama Graceland, recibe en torno a 650.000 curiosos al año y recauda unos 10 millones de dólares.

Allí vivió el artista entre 1957 y 1977, año de su muerte. La vivienda está enmarcada en un terreno de 60.000 metros cuadrados que incluye otras propiedades hoy convertidas en museos. La mansión principal dispone de 23 habitaciones entre las que encontramos ocho dormitorios, salas de música, de juego, varios vestidores, despachos…

Tanto la casa principal como las secundarias están rodeadas de extensos jardines. En uno de ellos conocido como el Jardín de Meditación yacen los restos de Elvis y de su madre, desde hace pocos años. Sus restos se trasladaron a Graceland después de que un grupo de delincuentes intentase robar su cuerpo, enterrado en el cementerio de Forest Hill.

Una de las mayores atracciones para los turistas es que la mansión fue decorada, en su día, por el propio Presley y, aunque su mujer reacondicionó algunas estancias después de su muerte, todavía quedan algunos elementos nacidos del gusto del rey del rock. Una de sus habitaciones favoritas era el denominado “Cuarto de la jungla”, decorada con piedra natural iluminada con luces rojas, una cascada artificial, plantas, alfombrado de pasto artificial y muebles de madera lacada estilo hawaiano.

En otro de los edificios que se distribuyen a lo largo del terreno, encontramos museos en los que podemos disfrutar de los trajes del artista, guitarras, una colección de 30 coches o de los premios que recibió en su carrera.