Las subastas son uno de los grandes escaparates mundiales del arte. No más, claro está, que los museos, pero se alzan como unos eventos especiales, únicos, en los que un grupo de personas está dispuesta a invertir enormes cantidades de dinero en la creación de un artista.

A lo largo de la historia, diferentes coleccionistas privados han dado a conocer en estas reuniones obras, a veces desconocidas, de algunos de los pintores y escultores más importantes de la historia: Van Gogh, da Vinci, Rembrandt, Monet, Cézanne, Velázquez, Goya, Dalí… y, por supuesto, don Pablo Picasso.

Un análisis del portal Money.co.uk ha determinado que el artista andaluz es el más cotizado de la historia. Hasta la fecha, 15 de sus pinturas más caras se han vendido por la colosal suma de 1.100 millones de euros. De estas 15 obras, Les Femmes of d’Algerse subastó por más de 158,4 millones de euros en 2015 al ex primer ministro qatarí Hamad bin Jassim bin Jaber Al Thani.

El mismo estudio refleja que el segundo pintor más cotizado es Andy Warhol. Las ocho pinturas más importantes del artista estadounidense se han vendido por un valor de 703,1 millones de euros. Mark Rothko se posiciona tercero en el ranking, con un total de 678,9 millones de euros generado. No. 20 (177 millones de euros) y No. 6 (164 millones de euros) obtuvieron las sumas más importantes.

Ninguna de sus creaciones es, sin embargo, la obra más cara de la historia. Ese récord se lo reserva todavía el misterioso Salvator Mundi. En estas líneas ya explicamos que las últimas investigaciones revelaban que el cuadro no fue pintado por Leonardo da Vinci. Mohamed Bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí, no lo sabía cuando pagó 450 millones de dólares por él.