El segmento lujo no hace más que crecer. Una de las causas es el cambio hacia una mejor accesibilidad de educación para un sector creciente de la población, así como los cambios en las estructuras que han tenido un efecto sobre la riqueza y la prosperidad económica general.

Otra de las causas es que las condiciones del mercado han cambiado significativamente: mientras que anteriormente solo un pequeño número de empresas seleccionadas podían operar dentro del segmento de lujo, las barreras de entrada al mercado han disminuido con el tiempo, lo que ha resultado en un mayor nivel de penetración de mercado y un mayor grado de competencia en el mismo.

La moda satisface nuestras necesidades fundamentales, tanto físicas como emocionales: la ropa nos mantiene protegidos de los elementos pero la moda también nos permite expresar nuestras identidades y personalidades.

Las marcas de lujo siempre han ofrecido un mayor nivel de personalización que el ofrecido en el mercado común, pero la tendencia del mercado general hacia la exclusividad, ya sea en la personalización de productos, la adaptación de experiencias de los mismos o la curación de una colección de productos, ahora es particularmente pronunciado en el mercado del lujo.

El desafío para las marcas de lujo en el futuro será cómo mantener sus sofisticadas técnicas de elaboración de perfiles y cumplir con los requisitos de los reguladores de privacidad en todo el mundo, en una época en la que existe un mayor escrutinio del uso de datos personales.

La moda cada vez evoluciona y se dirige aún más a las marcas lujosas gracias a las redes sociales que, ciertamente, tienen una gran influencia en los consumidores en general. Así mismo, sin importar los costes de dichos artículos, llegan a ser un must have en los armarios de los chicos y chicas apasionadas por el buen gusto y el diseño de alta gama.