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Mayores

El trabajo social, un acompañamiento esencial en centros para personas mayores

Con una población que tiende a ser más longeva y un mayor protagonismo de cierto tipo de profesiones relacionadas con la salud y el cuidado, los trabajadores sociales van ganando importancia en el desarrollo de la sociedad

Según el informe “Empleos del mañana”, profesiones como la del trabajador social serán cada vez más esenciales. Clece

El trabajo social tiene por misión mejorar la calidad de vida de las personas: ayuda a tener las necesidades cubiertas, tanto básicas como complejas, de aquellos individuos que están en una situación de vulnerabilidad, ya sean adultos, niños, familias o colectivos.

Según el informe Empleos del mañana: empleos sociales y verdes para construir economías inclusivas y sostenibles del Foro Económico Mundial, profesiones como esta serán cada vez más esenciales en el futuro. De acuerdo con este macroestudio, la demanda de trabajadores sociales en la España de 2030 será un 118 % mayor que en la actualidad.

Sus tareas, desde una perspectiva social, tienen el objetivo de ayudar a las personas frente a factores externos y cambios que puedan influir en su vida. Por ello, su figura es habitual en empresas, centros educativos, clínicas, centros sociales…

Uno de esos cambios en el que el acompañamiento del trabajador social resulta crucial es el periodo de ingreso y adaptación a una residencia de mayores: en este caso, el profesional no solo está ahí para ayudar en todo lo que puede a la persona que se incorpora, sino también para prestar apoyo y ayuda a sus familiares durante todo el proceso.

Acompañamiento en una nueva etapa de la vida

Icíar Palma es trabajadora social en el centro CleceVitam San Pedro Poveda, situado en Burgos. Como ella misma explica, su jornada laboral empieza por la mañana, poniéndose al día con sus compañeros para saber cómo ha ido la noche por si hay algo que solucionar.

Además, es la encargada de recibir y asesorar a las personas mayores interesadas en conocer el centro, así como a sus familias. “Les cuento los recursos con los que contamos, les enseño las instalaciones, hablo con los familiares y les muestro cómo sería esta nueva etapa de la vida”, comenta.

Esta labor de acompañamiento es nuclear en su profesión. “Se trata de un momento que puede no ser fácil para el futuro residente o sus seres queridos” como explica Icíar, por lo que poder disponer de una persona para resolver cualquier duda y mostrar de primera mano el día a día en el centro resulta muy positivo para todos.

Una vez toman la decisión de ingresar, “el seguimiento familiar, sobre todo durante el primer mes, es algo que los seres queridos valoran mucho”, indica Icíar. “Es un camino difícil tanto para el residente como para las familias, pero lo cierto es que, pasado ese tiempo, se dan cuenta de que pueden estar tranquilos”, añade.

Conchi Martínez es trabajadora social en la residencia CleceVitam Carmen Conde, situada en Cartagena (Murcia), y, al igual que Icíar, su labor también es la de dar información, orientación y acompañamiento a familiares y residentes y ofrecer una estancia que respete al máximo los gustos, los hábitos y las costumbres de cada persona.

Conchi Martínez, trabajadora social en la residencia CleceVitam Carmen Conde de Cartagena (Murcia).Clece

“Para ello, la psicóloga del centro y yo preparamos una entrevista inicial que nos permite conocer a la persona, saber su historia de vida en varias esferas —como la social, la sanitaria, la familiar…— y así adaptarnos a ella”. Cuando ingresan, se les hace “un plan de atención” con objetivos y actuaciones que facilitan su integración, explica Conchi.

Y es que en CleceVitam, el cuidado de los mayores se organiza en unidades de convivencia, tomando como referencia sus necesidades, su grado de dependencia, su deterioro físico o cognitivo… de forma que su día a día se desarrolle en grupos formados por personas afines donde puedan relacionarse diariamente con libertad, autonomía y mucha más tranquilidad.

Teniendo siempre en consideración las decisiones de las personas mayores

Uno de los aspectos que destaca Conchi de su trabajo es que siempre tienen como máxima “respetar y tomar en consideración las decisiones de las personas mayores”. Por ejemplo, en estos centros cada residente elige entre varios menús o la hora en la que se va a despertar.

Además, esta trabajadora social señala otra de sus funciones más valiosas: “Adaptamos a la familia al medio comunitario y les informamos de los recursos que existen en el entorno”. Un ejemplo de esto son las colaboraciones que hace la residencia CleceVitam Carmen Conde con la asociación de vecinos. Recientemente, salieron a tomar café los mayores, las familias y los vecinos, una actividad con la que el centro fomenta las relaciones sociales de los usuarios y promueve así el envejecimiento activo.

Para Icíar, otra de las principales tareas que realiza como trabajadora social es el asesoramiento en términos de subvenciones, beneficios fiscales o trámites burocráticos que muchas veces las familias desconocen porque no están al día de la actualidad normativa. “También somos el enlace entre las personas y los servicios sociales o la administración, facilitando en todo momento la documentación que soliciten (como renovar el padrón, el DNI…) y las últimas prestaciones en recursos y ayudas”, apunta.

Por todo esto, la figura del trabajador social en los centros de mayores es muy relevante y opera a múltiples niveles con un único fin: hacer más fácil el día a día de los residentes y sus familias. Conchi, que lleva 15 años trabajando en este tipo de centros, afirma que estamos ante una “nueva realidad social”, y que para su profesión es un “auténtico privilegio acompañar a estas personas en estos años de su vida”.

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