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Servicio de Ayuda a Domicilio
Recordar ilusiones: un recurso para ejercitar la memoria de los mayores, con premio
A menudo la idea de tener sueños en la vida se asocia con las generaciones jóvenes, pero lo cierto es que las personas mayores también tienen aspiraciones que les gustaría ver cumplidas. Una iniciativa dirigida a los usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio en diferentes lugares de España, trata de satisfacer algunos de sus deseos
Sueños, intereses, pasiones… A veces parecen ser algo que solo está reservado para ciertas edades. Sin embargo, tener ilusión por algo es inherente al ser humano en todas las etapas de su vida, también en aquellas más avanzadas.
Este hecho ha sido el principal motor de ‘El Árbol de los Deseos’, una iniciativa de Clece, compañía especializada en prestar servicios esenciales, que tiene como objetivo ayudar a los mayores a materializar aquello que les hace ilusión, con el trasfondo de intentar paliar la soledad no deseada y ejercitar su reminiscencia.
Para ello, las auxiliares de varios Servicios de Ayuda a Domicilio (SAD), gestionados por Clece y sus filiales en distintas zonas, se encargan de recopilar los deseos de las personas usuarias. Su contacto diario con ellas y el conocimiento sobre su historia de vida ha sido fundamental para llevar a cabo esta iniciativa.
Lo hacen ayudándoles a dar un repaso mental por su vida, por los momentos especiales que recuerdan y las personas particulares que han conocido, tratando de descubrir sus mayores deseos. El hecho de realizar el esfuerzo de recordar y materializar en palabras lo que van evocando estimula la función cognitiva, y al hacerlo en compañía de otra persona se fomenta también la parte social, algo de enorme importancia para evitar el deterioro cognitivo.
‘El Árbol de los Deseos’ se puso en marcha en Andalucía en 2016 y, a la vista de los efectos positivos que se aprecian en los usuarios, se ha llevado a cabo también, este año, en Castilla y León bajo el nombre ‘Sueños y Deseos’.
“La idea es poner en valor los proyectos que las personas mayores siguen teniendo”, explica Laura Cantero, delegada social de Clece en la zona noroeste. Una vez elegido lo que les hace ilusión, lo escriben en una tarjeta y las auxiliares se lo trasladan al equipo de Senior Servicios Integrales, que es la filial de Clece a cargo de la gestión del SAD en buena parte de Castilla y León, para decidir cómo hacer realidad la propuesta.
‘Sueños y Deseos’ es una forma de poner en práctica el modelo Atención Centrada en la Persona, uno de los elementos fundamentales en el cuidado de personas, de todo el equipo profesional del SAD gestionado por Clece y sus filiales. “Uno de nuestros objetivos es dar a conocer las historias de vida de esas personas y ayudarlas a cumplir algo que, a lo mejor solos, no podrían conseguir”, tal y como explica la delegada.
Un poema para el pueblo
Serrada es un municipio vallisoletano cuyo motor económico principal es el vino, el queso y una industria de fabricación de muebles de cocina muy potente. Sus calles ofrecen un museo al aire libre, con murales y esculturas y, sobre todo, mucha vida y muchos servicios.
Su alcalde es César Sánchez y hace unas semanas recibió una propuesta muy especial: una vecina del pueblo de toda la vida quería hacerle llegar una poesía que le había dedicado a la localidad. “Por supuesto, me hizo mucha ilusión”, explica.
Este poema era el deseo de Emilia González, una usuaria del SAD de la Diputación de Valladolid que nació y creció en Serrada y que, a pesar de vivir fuera, se acordaba mucho de él. Gracias a ‘Sueños y Deseos’, Emilia expresó su anhelo de dedicarle unos versos a su pueblo y la iniciativa hizo el resto.
Hoy, la poesía de Emilia está colgada en el edificio del Ayuntamiento de Serrada, ocupando el lugar que merece tan sentido homenaje.
Para el alcalde, “es un honor que personas que ya no viven aquí se sigan acordando de una forma tan bonita y que tengan Serrada todavía en su corazón”, y celebra que estas iniciativas enfocadas a los mayores “no solo les llenen de alegría a ellos, que es lo principal, sino también al resto de la gente del pueblo”.
Cuenta Sánchez, además, que Emilia volverá a Serrada el próximo enero para leer su creación poética y añadir algunos poemas nuevos que ha escrito durante este tiempo. Para el alcalde de Serrada, recibir a vecinas como ella, gracias a estas iniciativas, es todo un lujo.
Reencuentro con las profesoras de sus nietos 15 años después
Luis Arribas también es de Serrada. Allí ha pasado toda su vida con su hija Rosa, y sus vecinos siempre han disfrutado de su buen carácter y su alegría.
Cuando sus nietos tuvieron edad de ir al colegio, era él mismo quien les llevaba y les traía y, gracias a su don de gentes, labró una gran amistad tanto con los alumnos como con las profesoras.
Isidra -Isi- era una de ellas. De los 12 años que estuvo trabajando allí de maestra, recuerda que Luis “era una persona muy entrañable que tenía relación con todo el mundo”. Algunos días, por ejemplo, acompañaba a la profesora de gimnasia y a los alumnos, al polideportivo; otros saludaba desde la huerta que tenía y donde cuidaba de sus pimientos…
Un día, y viendo lo bien que se desenvolvía Luis con los pequeños, las maestras le propusieron ir a contar algunos de sus cuentos al colegio.
“Mi padre es una persona con mucha imaginación”, cuenta su hija Rosa, “y le encantaba contarnos cuentos a mí y a mi hermano que él mismo se inventaba, como la Vaca Mauricia o los cabritillos del Monte Pimentel, que es un monte que está aquí, en el pueblo”.
Cuando Luis tuvo la oportunidad de volver a retomar esas historias que confeccionaba, para contarlas a los alumnos, no se lo pensó dos veces y aceptó esta propuesta tan especial. Esto no solo fue un honor para él, sino también una alegría para los niños, que le dedicaron dibujos inspirándose en sus historietas y que las profesoras recopilaron para entregarlos al abuelo como recuerdo. “Un regalo que aún mantiene”, explica Rosa, “y que guarda con muchísimo cariño”.
El tiempo pasó, los nietos de Luis crecieron y terminaron el colegio y las profesoras dejaron el pueblo por diferentes razones. Sin embargo, Luis nunca las olvidó y, por eso, cuando ahora, más de 15 después, se le ofreció la oportunidad de cumplir un deseo, le contó a Sheila, la auxiliar del SAD de la Diputación de Valladolid gestionado por Senior Servicios Integrales, su anhelo de “volver a ver a las maestras”.
“Siempre se estaba acordando de ellas y, de hecho, ya habíamos intentado contactar con ellas cuando cumplió 90 años”, asegura Rosa. Lamentablemente, no había sido posible. Luis sabía que era difícil reunir a las profesoras, que ya no vivían en el pueblo. Y, efectivamente, era complicado, ya que, como explica Isi, “una vive cerca de Miranda de Duero, en Portugal, la otra cuida a su madre mayor…”.
Por eso, cuando llegó el día de la entrega de los deseos, Luis no las tenía todas consigo y pensaba que iba a recoger simplemente una tarjeta. Aún así, con mucha ilusión le pidió a su hija que lo pusiera “guapo”.
Y, finalmente, ante la prensa, la Diputación de Valladolid y el resto de asistentes, tenía lugar el emotivo reencuentro entre Luis y las profesoras más de 15 años después. “Nos reconoció al momento”, comenta Isi. “Fue muy emocionante”, explica Rosa, “cuando anunciaron su nombre y mi padre las vio, le cambió el rostro, de alegría”.
Juntos, recordaron historias y revisaron algunas fotos que traían las docentes de sus nietos. Además, le regalaron una bufanda y una postal dedicada que hoy Luis guarda con muchísimo cariño.
Para Isi, este tipo de iniciativas son muy valiosas: “Es un día en el que las personas mayores tienen un protagonismo muy bonito y se les hace muy felices”.
Durante este año, ‘Sueños y Deseos’ ha satisfecho las peticiones de personas usuarias de los servicios de ayuda a domicilio de los ayuntamientos de Medina del Campo y Miranda de Ebro, así como de las diputaciones de Valladolid y Burgos.
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