Cargando...
Contenido patrocinado

Certificado DisCert

Calidad e inversión social: las empresas también puntúan en nivel de inclusión laboral

Aunque las cifras de empleo de las personas con discapacidad presentan una tendencia al alza, lo cierto es que aún queda mucho camino por recorrer. Para facilitar a las empresas poner rumbo a un mercado laboral más inclusivo, el Certificado DisCert evalúa la adaptación de las organizaciones europeas a la legalidad vigente y reconoce la excelencia y el compromiso de las más inclusivas. Es el caso de Clece, que ha obtenido la categoría oro de este sello por tercer año consecutivo

El sello DisCert reconoce el compromiso de entidades como Clece, con la inclusión laboral de personas con discapacidad. Clece

Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, el 34,6% de las personas de 16 a 64 años con discapacidad oficialmente reconocida en 2021 eran activas. A pesar de que esta cifra representa un aumento del 0,6% con respecto al año anterior, también constata que queda mucho por hacer con miras a conseguir una sociedad más justa e inclusiva.

Con ese objetivo, son varias las iniciativas que las empresas más sensibilizadas con la discapacidad pueden impulsar para conseguir integrar a aquellas personas que tienen más difícil el acceso a un puesto de trabajo.

El Certificado DisCert es el primero en Europa en reconocer y puntuar a las organizaciones que se postulan no solo en función de su nivel de cumplimiento de la legislación vigente, como la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad de nuestro país, sino también por la búsqueda de la excelencia en su compromiso con la empleabilidad de este colectivo.

Clece, que trabaja cada día promoviendo la ayuda a personas en situación desfavorecida, ha recibido el galardón de oro (la máxima categoría) de DisCert por tercer año consecutivo. Se trata de un reconocimiento a nivel europeo muy importante de la dedicación a la inclusión de personas con discapacidad.

“Colaboramos en la construcción de una sociedad más justa y equitativa”

Como explica Marian Muñoz, técnica de Igualdad de Clece en Cataluña y Baleares, este sello “acredita el compromiso de la empresa en relación a la diversidad de la plantilla, el fomento de un entorno de trabajo inclusivo y evalúa las políticas y las prácticas de la organización en distintas áreas, como la diversidad y la no discriminación.”

Para otorgar este certificado, se tienen en cuenta aspectos como “la accesibilidad, las colaboraciones con entidades del tercer sector, eventos corporativos que estén relacionados, los recursos humanos que gestiona la empresa o el personal específico”, comenta.

“Nuestro proyecto de compromiso con colectivos vulnerables trabaja activamente para promover la igualdad y ayudar a personas en situación desfavorecida y colaboramos en la construcción de una sociedad más justa y equitativa”, afirma esta profesional.

Por su parte, Asunción Montes, responsable del Departamento de Selección de la Dirección Regional de Levante, ha podido comprobar desde su incorporación en 2011 cómo la política social de Clece ha basado siempre su prioridad en “promocionar la contratación de estos colectivos, desde hace muchos años”.

En la inclusión de las personas con discapacidad y, por tanto, en la obtención de este sello, la colaboración con entidades sociales resulta fundamental, ya que son estas las que tienen el primer contacto con los candidatos, les forman, les ayudan a crear itinerarios de empleo y les derivan si les interesa el puesto.

“A nivel nacional, casi el 10% de nuestra plantilla proviene de colectivos vulnerables”, explica Asunción, refiriéndose a personas con discapacidad, en riesgo de exclusión social o víctimas de violencia de género.

La unidad de apoyo, una figura de acompañamiento

Datos como este demuestran que el compromiso de empresas como Clece es firme y tiene la mirada puesta en el largo plazo.

Para Asunción, se trata de algo “muy positivo” para todos. “Nosotros encontramos candidatos, mientras que ellos están deseando aprovechar esta oportunidad e incorporarse al mundo laboral”, afirma, al tiempo que añade que “las contrataciones suelen ser un éxito porque perduran en el tiempo y contribuyen, gracias a la buena actitud de los candidatos, a generar un ambiente muy bueno que motiva al resto de compañeros”.

Para garantizar ese éxito, Clece cuenta con tres perfiles que hacen posible todo el proceso. Tal como explica Marian, en primer lugar está el equipo de Selección, “que es la puerta de acceso de las personas vulnerables, ya sea de una selección normal o a través de una colaboración”; en segundo lugar interviene el delegado Social, que es el “referente en el proceso y asegura que se cumpla todo para que salga bien y se mantenga el vínculo con las entidades del tercer sector”; y, en tercer lugar, está la Unidad de Apoyo.

Esta última es un área funcional obligatoria en los centros especiales de empleo, pero no en la empresa privada. Sin embargo, Clece la incorpora en su estructura para garantizar que todo el proceso de incorporación de las personas con discapacidad, así como su permanencia, sea óptimo.

En esta línea, Asunción apunta que se trata de una “figura de acompañamiento” para los candidatos, que les hace un seguimiento y les ofrece todo lo que necesitan para que la adaptación al puesto se realice de manera satisfactoria y la relación laboral sea un éxito.

Hacia un mercado laboral más justo e integrador

Ambas profesionales coinciden en que, en el camino hacia un mercado de trabajo que mejore las actuales cifras de empleabilidad de estos colectivos y, en particular, de las personas con discapacidad, hace falta formación y compromiso.

Para Asunción, es vital el trabajo constante con las entidades sociales, que va mucho más allá de la derivación de candidatos: “También nos acercamos a las personas procedentes de colectivos vulnerables para impartir talleres relacionados con la interiorización de rutinas de trabajo o para el fortalecimiento de habilidades que necesitan".

Por su parte, Marian afirma que “es importante contribuir desde la propia empresa a la eliminación de las barreras, tanto físicas como emocionales, que dificultan la inclusión de las personas”.

A su vez, la técnica pone el acento en que “se sigan desarrollando procesos que aseguren la igualdad de oportunidades, con métodos de selección que sean equitativos y programas de formación que sean accesibles para todos”. En este sentido, apunta Marian, “desde Clece se ha avanzado muchísimo” y el certificado DisCert es prueba de ello.

Un proyecto de LR Content