Mayores Clece
La importancia de participar en actividades sociales para un envejecimiento activo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, que cada vez cumplamos más años es un triunfo de nuestra sociedad, pero también es un reto. Mantener cierta calidad de vida, seguir integrados en el entorno habitual y realizar actividades saludables son aspectos fundamentales para vivir un envejecimiento activo. El Servicio de Ayuda a Domicilio, que Clece gestiona de forma indirecta, contribuye a que las personas estén física y mentalmente activas
El paso del tiempo es inevitable, pero el progreso en algunos campos como la medicina o la tecnología permiten que hoy en día tengamos una mayor esperanza de vida. De esta forma, hemos conseguido frenar el envejecimiento, entendido desde un punto de vista biológico como “el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo”, según explica la OMS.
Sin embargo, vivir más no siempre es vivir mejor y, aunque parte de la salud de las personas depende de la genética, cuestiones como la soledad, el aislamiento o el sedentarismo, a ciertas edades pueden ser un problema. Por ello, seguir en relación con el entorno social y mantener hábitos saludables resulta fundamental para un envejecimiento activo.
“Para las personas mayores es muy importante que en su red siga habiendo amigos, familiares…, personas con las que puedan mantener el contacto y mucho mejor si son de su generación”, comenta Ary Ferreras, coordinadora del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) de Gijón, gestionado por Senior Servicios Integrales, filial de Clece.
Promoviendo la autonomía personal
El SAD proporciona atención personal y doméstica en el domicilio a los mayores de 65 años y a personas dependientes que lo precisen. Gracias a esto, muchas personas que viven solas comparten regularmente una parte de su día con la auxiliar de ayuda a domicilio que, además de realizar labores de mantenimiento de la casa o de aseo personal, también les hace compañía, generando en muchas ocasiones un vínculo muy especial. Sobre el servicio, Ferreras comenta que, aunque al principio muchos usuarios que están acostumbrados a cierta soledad se muestran escépticos, luego siempre llaman para darles las gracias.
Sara Seoane es una de las auxiliares del SAD de Gijón. Para ella, el envejecimiento activo está directamente relacionado con la atención: “En parte, nuestro trabajo consiste en que las personas que tratamos estén lo mejor atendidas posible”, en un momento en el que el servicio no deja de crecer.
“Para muchas personas somos su único contacto”, explica la auxiliar. “Por eso, se amplió nuestro servicio”, añade. Seoane hace referencia a una prestación que incluye, además, acciones puntuales de acompañamiento fuera del hogar con diferentes fines: recoger recetas, solicitar documentos… De este modo, con el acompañamiento puntual se promueve la autonomía de estas personas y se contribuye a que puedan seguir viviendo en su propio hogar el máximo tiempo posible.
“Si hace buen tiempo, salimos, y a ellos este tiempo les da la vida”, comenta Seoane. Desde su experiencia, esta auxiliar destaca el aspecto positivo que tienen este tipo de rutinas activas, más allá del mantenimiento de las tareas básicas del hogar en las que les echan una mano.
De visita al acuario
Margarita es una vecina de Gijón, próxima a cumplir 94 años, “aunque siempre me echan menos”, dice. Margarita es usuaria del SAD de esta ciudad y asegura estar muy contenta con él: “Me ayuda mucho”.
Esta asturiana nació en Avilés y enviudó cuando apenas tenía 40 años y dos hijos adolescentes. Pronto empezó a trabajar de costurera (coser es una de sus mayores aficiones) y ayudar en la cocina de alguna casa, y se mudó a Gijón, donde hoy sigue residiendo.
Ahora, recibe las visitas de su hija y de la auxiliar del SAD que se encarga de sus cuidados. “Me baña, me hace la cama y me deja la habitación aseada”, explica. Para Margarita, contar con la compañía de la auxiliar es muy beneficioso en su día a día.
Además, el SAD de su zona organiza algunas actividades socioculturales para fomentar que los mayores salgan, se diviertan y socialicen con otras personas de su edad. Esto tiene por objetivo contribuir a un envejecimiento activo, con planes socioculturales o encuentros entre personas para charlar y conversar.
Un ejemplo es la visita al acuario que organizaron desde el SAD. Llamaron a Margarita para proponérselo, y, aunque en un principio tuvo algún reparo, la intermediación de su hija y el buen carácter de esta avilesa hicieron que al final se apuntara. “Me hizo muchísima ilusión ver lo que en 33 años que llevo viviendo en Gijón no había visto. Megustó muchísimo”, comenta.
Este tipo de actividades son fundamentales para tener un estilo de vida saludable y pueden marcar la diferencia en la salud física y emocional de las personas. Tienen un efecto muy positivo en los usuarios y favorece el mantenimiento de sus capacidades, tanto cognitivas como físicas.
Actualmente el equipo del SAD de Gijón ya está preparando la próxima actividad en grupo: juntos, irán al cine.
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