Los taxis propondrán de nuevo «paralizar» la capital

Las distintas asociaciones anuncian un referéndum donde se prevé la posibilidad de una «huelga total».

Ayer por la mañana, varias asociaciones profesionales del taxi realizaron una nueva protesta sin incidentes a lo largo de la calle de Orense hasta la Consejería de Transportes. Reclaman que se acometa «de forma inmediata» la regulación del sector VTC. «Estamos en una situación insostenible», destaca Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi.

La semana que viene prevén un referéndum de todo el sector donde se decidirán las próximas movilizaciones y en el que se propondrá una «huelga total», para el próximo 21 de enero, víspera de la celebración de Fitur, que consiga «paralizar» la capital, a imagen de la que realizaron en julio del pasado año que cortó el Paseo de la Castellana. «Todas las protestas hechas hasta ahora se van a quedar pequeñas. Habrá un conflicto sin precedentes» destacó Julio Sanz, presidente de la Federación.

En último término, lo que piden las distintas organizaciones de taxistas es que la Comunidad regule la situación de los Vehículos de Transporte sin Conductor (VTC) ya que actualmente «no se respeta» el número de autorizaciones que la ley establece en 30 licencias de taxi por cada VTC. Asimismo, Fernández recalcó que plataformas como Uber y Cabify les «usurpan» el trabajo, y puso como ejemplo el pasado 6 de enero, cuando hubo «más VTC que taxis trabajando» ya que, al ser festivo, solo operó «un 40%» de la flota total, unos 15.000 taxis.

Por otra parte, desde la Asociación Élite Taxi, Sergio Vega remarcó que la problemática, lejos de acotarse, se ha ido acentuando: «Mes tras mes se siguen concediendo licencias VTC». Además, resaltó que «a veces cobran en efectivo sin hacer contratación, cogen a gente en la calle o van a ciertos lugares donde no pueden estar –como aeropuertos, paradas de metro, etc.– a ofrecerse. No hay control».

Desde las asociaciones calculan que actualmente hay unas 6.300 licencias de VTC en la capital, lo que supone la proporción de 1/2 con respecto al número de taxis. A esa cifra se sumarían los vehículos de estas plataformas que están matriculados en otras provincias y vienen a hacer servicio a Madrid «saltándose la norma del 20%».

Para intentar abordar el problema, la Comunidad de Madrid ofreció el pasado martes una mesa de negociación para discutir este conflicto, cuestión que Fernández consideró como «insuficiente» teniendo en cuenta que «llevamos ya nueve años con esa incertidumbre» y que «cerca de 25.000 familias» dependen de ello. «No vemos salida. Habrá que morir matando», zanjó el vicepresidente de la Federación de Taxis.

Por su parte, el presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, dijo en una entrevista en Onda Madrid que comparte la «preocupación» de los taxistas, pero que «de momento», no pueden «confeccionar un proyecto» que pueda entrar en colisión con el que se debate en el Congreso.