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Historia
La Justicia da dos meses a Carrillo para tirar el monumento a los brigadistas
Sólo habían pasado cuatro meses desde su toma de posesión como rector de la Universidad Complutense (UCM), en junio de 2011, cuando José Carrillo realizó un acto que levantó ampollas. Acompañado por su padre, el comunista Santiago Carrillo, inauguró un monumento a las Brigadas Internacionales que lucharon junto al bando republicano en la Guerra Civil en el Campus de la Universidad. Lo hizo sin solicitar la licencia urbanística pertinente y con una denuncia interpuesta días antes por un particular, que intentaba evitar su colocación.
El 22 de octubre de 2011 el rector de la UCM inauguró el monolito, diseñado por una comisión de profesores de Bellas Artes con motivo del 75º aniversario de las brigadas, pero no pudo evitar que la denuncia prosperara.
El Juzgado número 22 declaró «nula» su colocación en abril de 2012 por carecer de licencia y porque tanto Carrillo como su antecesor Carlos Berzosa habían asumido «una potestad que no le corresponde» al no comunicar a los órganos de la universidad la instalación del mismo. La sentencia fue recurrida y ratificada por el TSJM en enero de este año. Y ahora la Justicia le da poco más de dos meses para retirar el homenaje guerracivilista colocado frente al edificio del Rectorado de Alumnos de Moncloa.
Una diligencia de ordenación, remitida desde el TSJM al Juzgado número 22 de Madrid, fechada el pasado 22 de mayo, da a la UCM un plazo de diez días para confirmar su recepción. Una vez realizado el acuse de recibo, tendrá dos meses para retirar el monumento.
Esta diligencia da cumplimiento al fallo del TSJM del pasado mes de enero por el que declaró la instalación del monumento «nula de pleno derecho» por carecer de la licencia urbanística necesaria. A pesar de que Carrillo siempre argumentó que «de la lectura de la sentencia no se deduce que haya que retirar el monumento», lo cierto es que finalmente el Alto Tribunal ha iniciado la fase de ejecución de la sentencia, contra la que no cabe recurso alguno.
«No entiendo por qué este tema levanta tanta polvareda», afirmó el rector sólo días antes de que se colocara. «Se trata de un monumento normal que conmemora el 75º aniversario de la creación de las Brigadas Internacionales que defendieron durante la Guerra Civil al entonces legítimo gobierno de la República», inistía.
A pesar de que la denuncia llegó a los juzgados y a su conocimiento días antes de la inauguración, Carrillo siguió adelante con su homenaje. Cuatro brigadistas acudieron a la inaguración y dieron testimonio de su paso por la Guerra Civil. El rector complutense incluso los puso como referente: «Queremos que el ejemplo de las Brigadas sea un ejemplo para las nuevas generaciones, que aquí es por donde pasan a diario», aseveró. Carrillo también tuvo tiempo aquel día de cargar contra el particular que interpuso la denuncia que ahora ha respaldado la Justicia. «Existe una caverna en este país y algunos señores, me refiero al denunciante, no han entrado ni siquiera en el siglo XX cuando estamos ya muy entrados en el siglo XXI», aseguró.
La denuncia pedía medidas cautelarísimas al juzgado para paralizar la colocación del monolito al considerar que el rector de la Complutense «quiere instalar un monumento sin el procedimiento y los requisitos legales, haciendo política en el ámbito universitario». El juez rechazó imponer medidas cautelares para la paralización de la colocación al entender «que no concurren las circunstancias de especial urgencia» y era un hecho «fácilmente reversible» que, de hecho, ahora deberá retirar.
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