Flores se «autoingresa» en prisión

El imputado por el Arena fue detenido en su gimnasio por no firmar el jueves en el juzgado. Estará en el calabozo hasta el lunes cuando deberá explicarse ante el juez si quiere volver a quedar en libertad

Madrid- Miguel Ángel Flores parece ha caído a propósito en la casilla de «vaya a la cárcel». El propietario de Diviertt, la empresa que organizó la fiesta en el Madrid Arena en la que fallecieron cinco chicas, evitó la cárcel en diciembre de 2012 a cambio de tres requisitos: una fianza de 200.000 euros, la prohibición de abandonar el territorio español y la obligación de presentarse en el juzgado los días 8 y 22 de cada mes. Una medida cautelar que fue muy cuestionada desde el principio y que Flores ha puesto ahora en jaque al haber incumplido uno de los requisitos. El pasado jueves, 8 de mayo, Flores no acudió al juzgado por lo que el juez que instruye el caso, Eduardo López -Palop, ordenó su detención.

A las 13:00 horas, el titular del juzgado de instrucción número 51 de Madrid dictó un auto para que, ante el riesgo de fuga del empresario, fuese detenido. Sin embargo, la Policía Nacional tardó tan sólo dos horas en ejecutar la orden y sobre las 15:00 horas arrestaba a Flores en su gimnasio, el Castellana Sports Club, situado junto a la estación de Chamartín. Los agentes le trasladaron a la Comisaría de Moratalaz, de la que saldrá el lunes para explicarse ante López-Palop si quiere conseguir que éste le reestablezca la libertad. Fuentes policiales explicaron a LA RAZÓN que en el mismo auto en el que el juez ordenaba su detención ya señalaba que pasaría a su disposición después del fin de semana.

Tras pasar tres noches en la cárcel, Flores tendrá que justificar el motivo por el que ha incumplido su obligación de presentarse en el juzgado. A la declaración están citados el fiscal y las acusaciones particulares de las familias de las chicas fallecidas que, a su vez, podrán pedir que se revoque la prisión eludible con fianza y se decrete su ingreso incondicional en un centro penitenciario.

De hecho, el paso en falso de Flores se ha convertido en una oportunidad para que las familias logren lo que ha sido su objetivo desde que quedó en libertad el día 28 de diciembre: que permanezca entre rejas hasta que sea juzgado por las acciones que condujeron a la muerte de las cinco jóvenes en una avalancha. Una vez el empresario haya justificado, o no, su ausencia, López-Palop tendrá que decidir si revoca su fianza, lo que supondría su automático ingreso en prisión provisional o bien mantiene su «confianza» en que vaya a cumplir las medidas cautelares. Para ello, tendrá en cuenta el criterio del fiscal y de las acusaciones que, previsiblemente, pedirán su encarcelamiento. Con todo, fuentes jurídicas señalaron que es difícil que Flores vuelva a la cárcel, puesto que, de momento, parece que no se ha declarado en rebeldía frente a las medidas judiciales.

El empresario quedó en libertad tras su primera declaración ante el juez poco después de la tragedia que tuvo lugar la madrugada del 1 de noviembre de 2012. Se considera probado en la fase de instrucción que Flores vendió muchas más entradas que las que permitía el aforo autorizado por el consistorio madrileño y que habría participado en la decisión de abrir un portón de emergencias que condujo a miles de jóvenes directamente a la pista de baile que, finalmente, habría provocado el tapón mortal.

Por estos motivos, el propietario de Diviertt fue detenido en diciembre y se decretó su prisión provisional. Tan sólo estuvo 26 horas encerrado, ya que reunió la fianza de 200.000 euros en apenas 90 minutos, algo de lo que se ufanó ante el juez. Las familias recurrieron su liberación por un alto riesgo de fuga, así como la fianza, pagada con títulos de propiedad que fueron investigados. Sin embargo, sus recursos fueron desestimados pese a que Flores tiene muchos negocios fuera de España, especialmente en Suramérica, y cuenta con al menos dos pasaportes más, además del español.