MADRID- Es llamativo que, después de 16 meses de estricto cumplimiento de la obligación de presentarse en el juzgado los días 8 y 22 de cada mes, Miguel Ángel Flores haya sido tan descuidado. Quizás tiene que ver que esta semana se ha conocido que la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid va a investigar las cuentas del empresario. Hace poco más de un año, el juez Eduardo López-Palop, instructor del «caso Madrid Arena», decidió abrir una pieza separada para investigar los movimientos patrimoniales del propietario de Diviertt, empresa que organizó la fiesta de Halloween en la que fallecieron cinco jóvenes. El objetivo era averiguar si Flores estaba tratando de evadir sus bienes para no hacerse cargo de las indemnizaciones de las familias de las jóvenes fallecidas y de los asistentes a la fiesta que resultaron lesionados en la avalancha mortal y también a consecuencia del sobreaforo del recinto. El empresario estaría concurriendo así en un delito de alzamiento de bienes, que está penado con entre uno y cuatro años de prisión y multa de tres a doce meses.

López-Palop decidió dar traslado a la Fiscalía de Delitos Económicos de esta pieza abierta para que investigue los movimientos de capital detectados en las cuentas que tanto Miguel Ángel como su hermano José María y la empresa Diviertt poseen o han poseído en Ecuador y Panamá. Fuentes jurídicas explicaron que sospechaban de un posible desfalco a la Hacienda Pública tanto en el IVA como en el Impuesto de Sociedades de los negocios de Flores puesto que Diviertt ingresó más dinero que el que declaró a finales de 2012. De hecho, de la taquilla de la fiesta de Halloween en el Madrid Arena habría recibido más de medio millón de euros – la mayor parte de ellos procedentes de la venta de las entradas, si se tiene en cuenta el recuento realizado por la Policía Nacional de los 22.800 tiques hallados en el recinto– y, sin embargo, el último trimestre de ese año facturó por todos sus negocios 241.077 euros, lo que supone que no pagó al menos 40.000 euros de IVA.

El grupo de negocios de Flores, denominado FSM, cuenta con 23 empresas, varias de las cuales están radicadas al otro lado del Atlántico, que se dedican a todo tipo de actividades relacionadas con el ocio nocturno. Además, es propietario de los derechos de algunas de las fiestas más importantes de los clubes nocturnos como Infinita Gay o SpaceFest.