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Dos años sin Ritz para multiplicar su lujo

Se someterá a una renovación de 99 millones, que terminará en 2019.

El emblemático hotel con 108 años de historia echa el cierre para mejorar sus instalaciones larazon

Se someterá a una renovación de 99 millones, que terminará en 2019.

La máxima expresión del lujo abandonará Madrid durante casi dos años para volver con una imagen renovada. La compañía propietaria del Hotel Ritz, la asiática Mandarin Oriental International, cerrará el emblemático establecimiento para acometer una serie de reformas tasadas en 99 millones de euros, y que se espera que hayan concluido a finales de 2019. Las prestigiosas estancias tienen 108 años de historia entre sus paredes, y en su libro de visitas se encuentra la firma de varios miembros de la realeza.

El arquitecto español Rafael de La-Hoz será el responsable de los trabajos en el exterior del edificio, cuyas fachadas cuentan con la categoría de monumento nacional. Las obras se centrarán en la mejora de las instalaciones y los servicios, pero sin perder su característico estilo «Belle Epoque», según informaron los portavoces de la cadena en un comunicado.

Por otro lado, los diseñadores franceses Gilles y Boisser se encargarán de la reforma del interior del hotel Ritz con el objetivo de que las estancias sean sinónimo de lugares con «diseño sofisticado», y que además se enmarquen dentro de un «estilo residencial clásico pero contemporáneo». El establecimiento cuenta con 106 habitaciones, además de 47 suites. Dentro de las últimas, los responsables han programado diseñar algunas estancias con un marcado carácter exclusivo. Por ejemplo, la Suite Real, la joya de la corona, contará con 188 metros cuadrados y con vistas al Museo del Prado.

Además de estar situado frente a la célebre pinacoteca y junto al parque del Retiro, el hotel Ritz se alza frente al Museo Thyssen-Bornemisza en el número cinco de la plaza de la Lealtad, apenas separado unos metros del lugar donde descansa la estatua del Dios Neptuno. Considerado como un hotel de cinco estrellas y gran lujo, el Ritz tiene además dos restaurantes y unos codiciados jardines interiores. Sus muros son centenarios, ya que las estancias fueron inauguradas por el rey Alfonso XIII el 2 de octubre de 1910.

Una vez reabierto, los huéspedes podrán tropezarse en las zonas comunes con algunas de las piezas de artesanía que componen la colección privada del Hotel Ritz, entre ellas candelabros de cristal, pinturas antiguas, frescos y esculturas. Por si fuera poco, Rafael de La-Hoz tiene previsto reinstalar la clásica cubierta de cristal que techaba los salones del hotel en sus orígenes, volviendo a permitir así la entrada de luz natural en las zonas interiores.

El cambio hacia la modernidad pasa también por la reforma del gimnasio, que ampliará el número de servicios y la construcción de una piscina cubierta que incluirá la posibilidad de disfrutar de tratamientos de spa, calor y agua. También se restaurarán todas las salas del hotel y el restaurante principal volverá a su emplazamiento original, por lo que tendrá de nuevo acceso directo a la terraza ajardinada. La novedad será la creación de un «dinámico bar», pensado para que se convierta en «un lugar de encuentro tanto para los clientes locales como para los huéspedes», precisaron los responsables de las obras.

El director ejecutivo de Mandarin Oriental Hotel Group, James Riley, destacó su propósito de las reformas es lograr que el hotel Ritz sea un «orgullo» para Madrid: «Tenemos la intención de hacer que la sociedad local esté aún más orgullosa de este establecimiento histórico cuando les demos de nuevo la bienvenida en la reapertura». La compañía asiática se hizo con la propiedad del histórico emplazamiento en 2015, en una operación conjunta con el grupo saudí Olayan.