La alcaldesa justificó la presencia «a título individual» de sus concejales, pero también subrayó que ellos también votan en las Juntas.

Molesta porque tener que cambiar el tema de la rueda de prensa tras su reunión con el ex presidente de Uruguay, José Mujica, Carmena trató ayer de lanzar balones fuera respecto del hecho de que cuatro de sus concejales de Gobierno acudieron el pasado domingo a apoyar en una concentración ilegal a los okupas de Patio Maravillas, que no sólo habían sido expulsados ante la denuncia de la propietaria de un inmueble que habían usurpado ilegalmente, sino que también habían criticado duramente el plan de la alcaldesa de ceder espacios a este tipo de colectivos. Así, la regidora primero señaló que en su equipo de Gobierno «aceptamos todo tipo de críticas», porque forman parte de la «libertad de expresión de los otros», aunque consideró que la instrucción para ceder espacios municipales a asociaciones había sido «muy medida» y fue aprobada por la unanimidad de la Junta de Gobierno.

Igualmente, enmarcó también en el derecho de libertad de expresión la presencia de los concejales de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato; Cultura y Deportes, Celia Mayer –que, además, se encuentra de baja por maternidad–, Tetuán, Montserrat Galcerán, y Fuencarral-El Pardo y Villaverde, Guillermo Zapata, en la manifestación de apoyo al Patio Maravillas. «Me consta que su presencia ha sido a título individual, en el ejercicio de su libertad de expresión», señaló Carmena, que consideró que ella no era «nadie para valorar la actitud de los concejales».

Con todo, la regidora sí apuntó a que los ediles presentes en la concentración de respaldo a los okupas habían votado, «como el resto de la Junta de Gobierno», la instrucción para la cesión de inmuebles que el Patio Maravillas consideró «cobarde e insuficiente» en un comunicado el día de la okupación del inmueble de la calle San Mateo, 24, del que fueron desalojados doce horas después. «No creo que estos concejales suscriban el comunicado, porque resultaría contradictorio», apuntó la alcaldesa.