La nueva Ordenanza de Prostitución que el Ayuntamiento de Valencia puso en funcionamiento hace apenas un mes se ha saldado con 205 actas de advertencia y seis denuncias graves a los clientes.

El concejal de Seguridad del Consistorio, Miquel Domínguez, quiso hacer balance ayer de la entrada en vigor de una normativa que pretende disuadir a los clientes de contratar estos servicios.

Los principales barrios de la ciudad donde se han interpuesto estas sanciones son el Mercat, el Pilar, En Corts, Poblats Marítims y San Francesc.

En esta línea, las denuncias graves tuvieron lugar en las calles de Viana-Balmes y Escolano, ya que estas dos ubicaciones se encuentran a menos de 200 metros de un parque o un centro escolar. Como novedad, los agentes han comenzado a patrullar por los alrededores de la estación de Autobuses de la ciudad, ya que allí se concentra la prostitución masculina.

Asimismo, Domínguez no pudo confirmar la cuantía económica de las multas ya que deben pasar por el procedimiento sancionador competente. Lo que sí es cierto, según sus palabras, es que las actas de advertencia quedan en poder de los propios policías locales, quienes llegan a pedir un domicilio alternativo a los clientes sancionados para evitar que estas notificaciones lleguen a sus casas particulares.

Además, confirmó que esta nueva norma ha disminuido la afluencia de hombres, aunque es complicado valorar este hecho ya que puede variar.

Preguntado por la posibilidad de instalar cámaras de vigilancia en estos barrios, tal y como demandan las asociaciones de comerciantes, el edil de Seguridad aseguró que el Ayuntamiento no puede pagar este sistema y que, además, su utilización ha de ser aprobada por la Comisión de Videovigilancia.

En referencia al consumo de bebidas alcohólicas en la calle, el conocido como «botellón», anunció que, durante el 2013, la Policía Local de Valencia ha multado a 2.104 locales; ha amonestado a 67 personas por consumo de alcohol en la vía pública; y se ha incautado de 3.210 recipientes de bebidas.

En esta línea, los agentes locales vigilan quince zonas donde se realiza esta práctica tan común entre los jóvenes, aunque en algunos fines de semana se alcanzan los 25 espacios de la capital donde se hace botellón.

Nueva Ordenanza

El reducido número de sanciones a individuos por beber en la calle se va a terminar. La nueva Ordenanza del Ayuntamiento multará por molestar y ser parte de aglomeraciones de gente en espacios públicos, sin necesidad de requisar las bebidas alcohólicas y analizarlas, tal y como se hacía hasta la fecha.