El jefe del Consell y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, acuden como cada año a la redacción para contemplar la mascletà

El Casal de LA RAZÓN vivió ayer uno de sus días más grandes dentro del calendario fallero. Como es habitual desde hace años, el presidente de la Generalitat hace un hueco en su apretada agenda para visitar la redacción del periódico y disfrutar desde aquí de una mascletà.

De este modo, el presidente Ximo Puig, acompañado por la consellera de Justicia , Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas, Gabriela Bravo, eligió ayer, miércoles, para contemplar el disparo en la plaza del Ayuntamiento desde una de las mejores puntos para hacerlo: el Casal de LA RAZÓN.

Todos los presentes durante la mascletà, que no son pocos a estas alturas de las fiestas josefinas, quisieron inmortalizar el momento y hacerse fotografías tanto con Puig como con Bravo. Son muchos los amigos que ayer quisieron compartir con el equipo de LA RAZÓN la mascletà organizada por Pirotecnia Crespo.

Una mascletà «apagada»

Pese al excelente clima festivo y fallero que caracterizó este decimotercer día de marzo, el disparo pirotécnico sufrió un inesperado contratiempo: un fallo eléctrico dejó sin luz gran parte del centro de Valencia desde unos minutos antes de que las falleras mayores de Valencia entonaran la orden de encendido para el pirotécnico.

Este inconveniente repentino fue la causa de que una parte del montaje electrónico de la mascletà no pudiera activarse. Se cree que un importante porcentaje del terremoto final no pudo ser ejecutado, lo que dejó en el aire el final clásico de las mascletàs, potente y con desborde de decibelios.

Pese a los imprevistos y las anomalías, Puig, Bravo y el resto de espectadores del Casal vibraron con el espectáculo. La faena de hacer retumbar Valencia recaerá hoy en los maestros de la Pirotècnia Turís.