Andorra
El hermano de Crespo blanqueó 350.000 euros con la amnistía fiscal
No aporta ningún testigo «por todo el revuelo de Emarsa»
Carlos Crespo, hermano del expresidente de Emarsa y exvicepresidente de la Diputación, Enrique Crespo, se acogió a la denominada amnistía fiscal para blanquear 350.000 euros, que el Ministerio Público asegura haber obtuvo de las actividades ilícitas de la trama Emarsa.
Carlos Crespo, hermano del expresidente de Emarsa y exvicepresidente de la Diputación, Enrique Crespo, se acogió a la denominada amnistía fiscal para blanquear 350.000 euros, que el Ministerio Público asegura haber obtuvo de las actividades ilícitas de la trama Emarsa.
El acusado certifica que ese dinero era suyo y que había conseguido ahorrarlo en unos años mediante varias operaciones inmobiliarias y la venta de su 50 por ciento de una empresa dedicada a la instalación de redes informática. Crespo reconoció que la mayoría de las operaciones las realizaba en negro, única explicación posible, por otra parte, para justificar que una empresa que facturaba 18.000 euros, se vendiera por 120.000 euros, siendo éste además, el 50 por ciento de su coste.
Crespo declaró ayer en la causa que se sigue en la Audiencia de Valencia por un presunto delito de blanqueo de capitales.
El fiscal pide cuatro años de prisión y 700.000 euros de multa, así como el comiso de los efectos del delito, que ha aumentado hasta los 357.000 euros (7.000 en concepto del rendimiento que supuestamente obtuvo Crespo por tener el dinero depositado en cuentas en Andorra).
El acusado explicó que llevó su dinero a Andorra porque iba a adquirir una segunda residencia en ese país, que frecuentaba para ir a esquiar.
Su hermano, Enrique Crespo, estaba autorizado en dicha cuenta, de lo que el Ministerio Fiscal deduce que esos 350.000 euros que guardaba el acusado en su casa, fruto de sus ahorros, provienen principalmente del «saqueo» de Emarsa.
Finalmente, el acusado desistió de su propósito de comprarse una casa en Andorra «porque iba a tener un hijo y sabía -como así ha sido- que en tres o cuatro años no iría a esquiar.
Así que retiró ese dinero de Andorra y lo gastó «en su mantenimiento personal».
Crespo aseguró que la mayoría de sus clientes le pagaban «en efectivo», y que la contabilidad real de sus empresas era muy superior a la que presentaban anualmente.
Esta afirmación sorprendió a las acusaciones, ya que tanto la asesoría fiscal como las instalaciones de informática son gastos desgravables si se aporta factura.
El acusado no aportó ningún testigo, ni siquiera dio los nombres de las personas con las que realizó operaciones inmobiliarias, «por todo el revuelo que se ha formado por Emarsa».
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