El PPCV puso ayer en un compromiso al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Mientras este rechaza que el PSOE pueda llegar al Gobierno de España pactando con Podemos y con una amalgama de grupos políticos, él gobierna en la Comunitat Valenciana con Compromís y Podemos, y lo hace aunque los populares le brinden su apoyo para «liberarse de los radicales». Así se lo ofreció la síndica del PPCV en Les Corts, Isabel Bonig, quien logró por un momento que el silencio inundara el hemiciclo. Pero fue eso, un instante, porque de la última fila de la bancada del socialista salieron unas risotadas, «un poco de respeto», pidió la popular.

Bonig instó al presidente Puig a reflexionar, le pidió que se tomara su tiempo y se mostró convencida de que Ciudadanos se unirá a esta iniciativa. Le aseguró que no le pedirá cargo alguno y que los populares tienen como único propósito garantizar la «gobernabilidad y la estabilidad» de la Comunitat Valenciana. Aludió a que se tomen medidas en educación o política económica «sin ataduras» y que sirvan a la mayoría de los ciudadanos.

Sin embargo, ninguno de estos argumentos convenció a Puig. Su primera respuesta fue también moderada. Invitó al PP a sumarse a los grandes pactos de Gobierno, pero rechazó el «cordón sanitario» propuesto para sus socios de Gobierno. Admitió que la propuesta le habría soprendido si no supiese que detrás de ella hay una doble intención.

Habló en nombre de Compromís para decir que el Consell no tiene en su programa defender la independencia de Cataluña, sino «a las personas y a la ley».

Recuperado del «shock» o tras tomarse un tiempo para reflexionar sobre el alcance de la propuesta, Puig decidió atacar al PP para desvirtuar el ofrecimiento de Bonig. El presidente utilizó una pregunta de la síndica de Ciudadanos, Carolina Punset, para echarle en cara al PP que en lo que un expresidente se gastaba en unos zapatos a cuenta de la caja fija, el Consell se reúne un fin de semana entero en Morella, «¡aquí unos han robado lo que no está escrito y dan lecciones!». La indignación se apoderó de la bancada popular.

Bonig lamentó que Puig hubiese rechazado tan pronto un pacto por la estabilidad de la Comunitat, «por el empleo, el agua o la educación» donde los valencianos se vean representados.

Por su parte, Punset dijo que no iba a tener en cuenta el «show político» del PP y recordó que Ciudadanos ya ha ofrecido su apoyo al PSPV para liberarse de Compromís.