Manuel Valls: «Quiero ser el próximo alcalde de Barcelona»

El ex primer ministro de Francia, Manuel Valls, confirmó ayer que aspirará a la alcaldía de Barcelona. En una conferencia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), Valls explicó que «quiere y debe ser el próximo alcalde» de la capital catalana para «acabar con el deterioro» al que ha sido abocada por la actual alcaldesa, Ada Colau. En una intervención en catalán y en la que pasó de puntillas sobre el «procés», se centró principalmente en desgranar las claves de su proyecto para gobernar la ciudad y aclaró que pretende situar a Barcelona como el punto de partida para «superar la división» y la tensión creada por el proceso independentista.

El todavía diputado de la Asamblea Nacional –anunció que la semana que viene dejará todas sus responsabilidades públicas en Francia– recordó sus orígenes barceloneses y lamentó el estado en que se encuentra la ciudad tras los tres años y medio que lleva al frente Colau. Valls recordó algunos indicadores que acreditan el «deterioro» y «empeoramiento» que sufre Barcelona, como el estudio que publica anualmente el Reputatión Institute sobre las ciudades más importantes del mundo. En esta edición, Barcelona retrocedió siete puestos –desde la octava plaza a la quince– y lo relacionó con la falta de seguridad que se ha instalado o la fuga de empresas. En este sentido, recordó el aumento de la delincuencia o la proliferación de los narcopisos en barrios como el Raval o la Barceloneta, la «suciedad» que hay, el «top manta» y la caída del turismo. Asimismo, evocó que Colau no ha cumplido con el número de viviendas públicas que prometió ni ha hecho frente a la subida del precio del alquiler.

Para relanzar la ciudad, Valls desglosó algunos de los ejes de su proyecto. Entre ellos estará un relanzamiento urbanístico, la lucha contra la desigualdad y la pobreza, así como devolver a Barcelona una mejor gestión, mejor movilidad y mayor actividad económica.

Pero para conseguir esta revitalización de Barcelona, Valls también aclaró que la ciudad no se puede permitir seguir sufriendo los «efectos» del «procés» ni la actitud «equidistante» de su alcaldesa. «Barcelona no se puede convertir en la capital imaginaria de la República catalana, sino en una capital abierta al mundo», aseguró.

Finalmente, anunció que su intención es instalarse en Barcelona independientemente de los resultados electorales, y afirmó que será un candidato independiente con voluntad de impulsar una plataforma «transversal». Por el momento cuenta con el apoyo de C's, aunque ayer no asistieron sus primeras espadas.