Museos
Entre sumerios y contemporáneos
La Fundació Joan Miró avanza las propuestas expositivas que podrán verse el próximo año.
La Fundació Joan Miró avanza las propuestas expositivas que podrán verse el próximo año.
La Fundació Joan Miró se prepara para el próximo año y ayer presentó las líneas generales de su programa expositivo. Fue la directora de la entidad, Rosa Maria Malet, la encargada de dar a conocer una serie de propuestas en las que se recuperan algunos aspectos de la vida y la carrera del gran pintor catalán.
Dentro de la serie «Miró. Documents», la fundación propone, a partir del 30 de marzo, un viaje alrededor de un libro de Joan Miró. Se trata de «À toute épreuve» en el que colaboró con el poeta surrealista Paul Éluard y el editor Gérald Cramer. La muestra, comisariada por Christopher Green, uno de los más destacados especialistas en cubismo, subraya el anhelo que tenía el pintor para crear un libro-objeto que fuera mucho más allá de la ilustración de los versos de un poeta. El conjunto acaba siendo casi una escultura.
Previamente, el 16 de febrero, será el momento de «Autogestión», una propuesta de Antonio Ortega, en la que se dibuja una genealogía de las prácticas del «do it yourself» desde los creadores pioneros de los años 60 hasta nuestros días. Como dijo Malet se podrá ver «una manifestación de la libertad de los diferentes artistas que participan», entre ellos el mismo Miró, además de Postoletto, Keith Arnatt, Yoko Ono o Hank Peeters, entre otros.
La Fundació Miró también conmemorará las tres décadas de «The Way Things Go», el video mítico de Peter Fischli y David Weiss y al que se le dedicará una exposición bajo el cuidado de Martina Millà y Serafín Álvarez.
Uno de los platos fuertes en la programación lo tendremos a partir del 26 de octubre, con comisariado de Pedro Azara. Es una interesante mirada hacia el arte mesopotámico entre el cuarto y el tercer milenio antes de Cristo, uno de los grandes descubrimientos arqueológicos del siglo pasado. Piezas de arte sumerio entrarán en diálogo con Alberto Giacometti, Henry Moore o Joan Miró. Este último, en su mítico estudio de Palma de Mallorca, guardaba alguna imagen de arte sumerio, por lo que parece muy clara la fascinación mironiana hacia esas creaciones antiguas.
Por otra parte, Rosa Maria Malet ha realizado un balance positivo de lo que ha sido este año, tiempo en el que la Fundació Joan Miró concluyó la celebración de su 40 aniversario. Otro punto importante ha sido el poder los espacios que en su momento fueron diseñados por Sert para exhibir la obra del artista.
Se espera poder cerrar 2016 con unos 430.000 visitantes, una previsión que supondrá un descenso del 4,5 % respecto a 2015, un dato que se explicaría en parte porque las obras de remodelación de las salas de exposición temporal implicaron algunos días de cierre.
Asimismo, como adelantó Malet, el presupuesto de esta histórica institución será en 2017 de 8,5 millones de euros, el mismo que este año.
«Intentamos pensar en el público, sin molestarnos si la mayoría de los visitantes son los turistas extranjeros», dijo Malet. La directora de la Fundació Miró también subrayó ayer el hecho de que «tenemos una responsabilidad pública y queremos que nuestro trabajo sea lo más útil posible». Por todo ello, uno de los más importantes objetivos del centro es el refuerzo de las actividades del departamento educativo de la Fundació Joan Miró.
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