El valor del paso del tiempo

El Paseo de Gràcia de Barcelona vuelve a ser por unos días el escenario de una feria que es punto de encuentro de lectores nuevos y viejos, de aquellos que empiezan a acercarse a la letra impresa y de aquellos que han hecho de ella su más querida afición. Todo ello como una de las actividades más queridas dentro de los días de la Mercè.

El Paseo de Gràcia de Barcelona vuelve a ser por unos días el escenario de una feria que es punto de encuentro de lectores nuevos y viejos, de aquellos que empiezan a acercarse a la letra impresa y de aquellos que han hecho de ella su más querida afición. Todo ello como una de las actividades más queridas dentro de los días de la Mercè.

La escritora Olga Xirinacs fue la encargada de realizar ayer el tradicional pregón en el que se definió como una «vieja lectora». La autora recordó sus primeras lecturas, como la antología de literatura fantástica preparada por Borges, Bioy Casares y Ocampo o los libros de misterio. También aplaudió el papel de libreros de viejo que «saben valorar el paso del tiempo».

Igualmente intervino la consellera de Cultura Laura Borràs que señaló que «por mucho que los hayamos leído, los libros siempre son nuevos, porque los que volvemos, que somos nosotros, hemos cambiado».

La presidenta del Gremio de Libreros de Viejo de Cataluña, Patricia Camiño, fue la encargada de hablar de las actividades que se realizarán alrededor de la feria, como la exposición dedicada a la obra de Joan Josep Tharrats como editor e ilustrador, así como los homenajes a Manuel de Pedrolo o Pompeu Fabra.

El autor del «Mecanoscrit de segon origen» es uno de los principales protagonistas de este certamen, como lo demuestra la gran presencia de sus obras, especialmente primeras ediciones. Pero no es el único caso porque Jospe Pla, Llorenç Villalonga o los hermanos Quintero los esperan en este formato que hace las delicias de los coleccionistas.

Aquellos que quieran joyas más espectaculares pueden encontrar libros firmados, algunos con un espectacular dibujo de Joan Miró. Un caso aparte es el del manuscrito «Marina», una obra de teatro de José de Echegaray, el primer Premio Nobel español y que se ofrece en el Paseo de Gràcia. El paso del tiempo es el mejor valor de estos tesoros, esta invitación a la lectura, libros que han pasado de mano en mano y que ahora piden volver a ser leídos.