Cierra la Sala Muntaner

Barcelona vuelve a ver como uno de sus teatros cierra sus puertas de manera definitiva. Ayer se supo que la Sala Muntaner de Barcelona cierra definitivamente sus puertas tras 22 años de actividad.

Barcelona vuelve a ver como uno de sus teatros cierra sus puertas de manera definitiva. Ayer se supo que la Sala Muntaner de Barcelona cierra definitivamente sus puertas tras 22 años de actividad. El teatro, reconocido por programar producciones de pequeño formato, contaba con la dirección artística de Josep Maria Coll y la gerencia de Javier Urbasos.

El anuncio del cierre de la actividad de la sala fue avanzado ayer por Teatralnet, además de confirmado por el mentalista Luis Pardo, que tenía previsto estrenar su nuevo espectáculo este mes de septiembre y finalmente lo hará en otro teatro. A través de la redes sociales Pardo, quien debía estrenar en la Sala Muntaner su espectáculo «Secretos», explicó que «a menos de una semana de estrenar la 2da temporada de SECRETOS en el Teatro Sala Muntaner, la dirección del teatro nos dice que no se va a poder hacer la temporada por el CIERRE INMINENTE DEL TEATRO». El mentalista, que llevará ahora «Secretos» a la Sala Bars de la capital catalana, ha estado durante ocho temporadas en la Sala Muntaner. «Hay muchas entradas que se han vendido anticipadas en @atrapaloes, de las cuales se devolverá el dinero íntegro de todas», afirma.

El teatro que ahora baja el telón había padecido la crisis que se ha atacado con fuerza al sector cultural catalán en los últimos años y está en venta desde hace unos meses, según se apunta desde Teatralnet.

La Sala Muntaner abrió sus puerta en 1996, hace 22 años, y es un teatro de medio formato con 200 localidades, que en los últimos años compaginaba una oferta de textos dramáticos en la primera franja horaria con una programación nocturna de humor y mentalismo.

A lo largo de su trayectoria, la Muntaner ha acogido autores y directores destacados de la escena catalana, como los espectáculos de cabaré de Xavier Albertí o los montajes de Josep Maria Mestres, Joan Ollé o Ramon Simó.

La obra «Vània» de Àlex Rigla, que se programó el pasado mes de julio dentro de la programación del festival Grec, fue la última que se representó en este teatro de la calle Muntaner.

Los responsables de la Sala Muntaner sostenían que en su programación «se busca el equilibrio entre diferentes lenguajes escénicos para llegar a un público más amplio. Se ofrecen dos franjas horarias, la primera promociona nuevos actores y compañías estranjeras con propuestas nuevas y alternativas. Las obras de la segunda franja son más de entretenimiento. En general se apuesta por un teatro comprometido, progresista y moderno».

Esta mala noticia llega en una semana en la que se supo que los teatros catalanes no pasan por su mejor momento y que cerraron la pasada temporada con una reducción del número de espectadores de más del 7 % y de recaudación de casi el 10%, debido a «la inestabilidad política de Cataluña», según señaló la pasada semana la presidenta de la Associació d’Empreses de Teatre de Catalunya (ADETCA), Bet Orfila.

«Los datos no son buenos –reconoció Orfila–, sobre todo si tenemos en cuenta que el año pasado hubo un crecimiento del sector que parecía indicar que estábamos superando la crisis y habíamos entrado en una tendencia positiva». «No contábamos con la inestabilidad política –añadi– que provocó bajadas de público de hasta un 15% en los meses de octubre y noviembre pasado».