Ayuntamientos

Arran asalta un autobús turístico para denunciar la masificación en Barcelona

El Ayuntamiento quita hierro a la protesta y asegura que se trata simplemente de una «iniciativa simbólica»

Los miembros de Arran lanzaron un bote de humo y colgaron una pancarta
Los miembros de Arran lanzaron un bote de humo y colgaron una pancartalarazon

Con la llegada del verano llegan también los primeros episodio de «turismofobia» protagonizado por organizaciones vinculadas a la CUP, que van camino de convertirse en un nuevo elemento del verano barcelonés.

Con la llegada del verano llegan también los primeros episodio de «turismofobia» protagonizado por organizaciones vinculadas a la CUP, que van camino de convertirse en un nuevo elemento del verano barcelonés. Así, para denunciar la masificación del turismo, según dicen, y aprovechando que un bus turístico estaba parado en la parada de Puerto Olímpico, poco antes de las 10 horas, dos activistas crearon una cortina de humo y desplegaron una pancarta con el lema «Detengamos masificación turística». Según TMB, no provocaron daños materiales ni tuvo afectación al servicio, que se restableció pocos minutos después. Sin embargo, consideran que «ha generado una situación de desorden y molestias en el pasaje», por eso están recogiendo información para emprender eventuales acciones legales.

Arran, la organización responsable, difundió imágenes de esta protesta a través de las redes sociales, explicando que «han parado un autobús turísticos para denunciar el modelo de turismo masivo que nos ahoga». A mediados de junio, Arran ya anunció que ponía en marcha una campaña para denunciar los efectos negativos del turismo en los «Países Catalanes». De hecho, hace dos semanas, dos activistas se encadenaron al dragón del Parque Güell, y los Mossos tuvieron que intervenir. En este caso no ha sido necesario y los activistas bajaron del vehículo una vez han finalizado la acción.

La acción de protesta obtuvo una respuesta tibia por parte del gobierno municipal que la oposición censuró. Así, el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, consideró que se trata de una «iniciativa simbólica, una de las tantas que se producen en la ciudad». «No se han producido incidentes y por lo tanto no merece mas comentarios por mi parte», sentenció. El líder del PP municipal, Alberto Fernández, sin embargo, reclamó a la alcaldesa que «actúe judicialmente contra los autores de ataques a autobuses turísticos, para que no haya impunidad de sus actos, ya que esta acciones perjudican la imagen de Barcelona». Fernández criticó la actitud del primer teniente de alcalde «debería condenar esta acción y no justificarla como si fuera una gamberrada, un hecho que demuestra la permisividad del gobierno de Colau con la “turismofobia” en Barcelona».

Los grupos del PDeCat y del PSC del Ayuntamiento también condenaron la protesta y la actitud del Ayuntamiento. El portavoz municipal del PDeCAT, Jaume Ciurana, consideró «inadmisible» lo ocurrido y señaló que es «muy grave que se ponga en riesgo el bienestar de las personas para defender ideas sobre el modelo turístico de ciudad» cuando «no existe en la ciudad razón alguna para descartar las vías democrática».

Por su parte, el presidente del grupo del PSC, Jaume Collboni, que el verano pasado era alcalde accidental de la ciudad cuando Arran hizo la primera protesta en un autobús turístico, ha señalado que «la forma de exigir una mejor gestión del turismo no es asaltando buses turísticos». «Disculpar, suavizar y atenuar actuaciones violentas es un grave error. El ayuntamiento ha de ir hasta el fondo» y «presentar las denuncias oportunas», advirtió- Collboni.