Directo Black Friday
Castilla y León
El reto demográfico, prioridad de unas renovadas Cortes
El procurador de Ciudadanos por Valladolid, Luis Fuentes, nuevo presidente del Parlamento autonómico, fruto del acuerdo entre populares y «naranjas»
La décima legislatura de la Democracia en Castilla y León ya está en marcha, después de que se hayan constituido las Cortes. Algo que, además, permite que el reloj para la investidura del próximo presidente de la Junta haya empezado a correr. Por delante, quince días hábiles como máximo, según marca el reglamento de la Cámara.
El procurador de Ciudadanos por Valladolid, Luis Fuentes, será el presidente del Parlamento regional, y el primero en 32 años que ostentará este cargo procedente de un partido que no fue el más votado. Fuentes era elegido en primera votación y por mayoría absoluta gracias al apoyo de los 29 procuradores del PP y los doce de Cs, fruto del acuerdo que ambas formaciones han alcanzado esta semana. Y ante la impasible mirada del jefe del Ejecutivo regional, Juan Vicente Herrera, que no movió músculo alguno cuando Fuentes era proclamado presidente del Legislativo.
Ana Sánchez, la candidata del PSOE y procuradora por Zamora, cosechaba 37 insuficientes apoyos para presidir la Cámara, pero, sin embargo, repetirá como vicepresidenta segunda de la Mesa de las Cortes. Un órgano de dirección del Parlamento que estará compuesto por seis miembros que se reparten a partes iguales entre el PP (2), Ciudadanos (2) y PSOE (2). El secretario general del PP en Castilla y León y procurador por Segovia, Francisco Vázquez, era elegido vicepresidente primero mientras que el también popular Óscar Reguera y la «naranja» Marta Sanz recibían el apoyo como secretarios segundo y tercero del órgano de dirección del legislativo, junto al socialista José Francisco Martín, que será el primero.
Tras estas votaciones, sus señorías juraban o prometían el cargo ante un ejemplar de la Constitución, recogían su medalla y tomaban posesión de su asiento en el hemiciclo. Ninguna sorpresa.
Ni siquiera en el hecho de que los procuradores de Podemos, Laura Domínguez y Pablo Fernández, no recogieran las preseas. Ya hicieron lo mismo los diez representantes de este partido hace cuatro años. La primera dejaba su sello prometiendo su cargo por una tierra feminista y unos pueblos vivos. Y, el segundo, por una Región más justa que piense más en las personas.
Tampoco era novedad el juramento del leonesista Luis Mariano Santos, que lo hacía por la autonomía de la región leonesa. Pero sí lo era la de José Pascual Muñoz, procurador de Por Ávila, que juraba su cargo por la provincia abulense, así como la del representante de Vox, Jesús María García Conde, que hacía lo propio pero por España. El momento más emotivo se vivía cuando prometía su cargo el socialista Luis Tudanca, procurador por Burgos y ganador de las elecciones. La bancada socialista en pie le rendía una sonada y atronadora ovación por su triunfo en las urnas, que se prolongaba durante más de medio minuto.
Después era el turno para Luis Fuentes. Sus palabras iniciales eran para destacar que es «tiempo de cambio en Castilla y León», lo que provocaba risas en la bancada socialista. Algo que afeaba el candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, poco después en rueda de prensa, cuando recordaba al PSOE la «peligrosidad» de cuestionar la legitimidad de las Cortes, «ya que supondría dudar de la Democracia», y advertía a los socialistas que en su partido no permitirán que nadie ejerza una superioridad moral que no les corresponde.
«¿Es una ignominia pactar con la CUP en Badalona?», se preguntaba Francisco Igea, en referencia a esta supuesta «superioridad moral» de la izquierda que representan PSOE y Podemos.
Pero volviendo al nuevo presidente de las Cortes, éste se mostraba agradecido, emocionado y orgulloso por poder ostentar esta responsabilidad. Y su primer alegato era para llamar a concentrar esfuerzos y trabajar sin descanso para atraer y fijar población. «Urgen políticas que frenen una sangría que nos aboca a vivir en una tierra vacía de gente y de oportunidades». Y pedía a todos los grupos luchar juntos «para que ni un solo joven tenga que volver a hacer las maletas porque no supimos ofrecerle un proyecto de vida».
Hacía autocrítica al recordar a sus señorías que los ciudadanos «están hartos de sectarismo y de que vivamos en nuestras burbujas», y advertía a los procuradores que no se olviden nunca de quienes están sufriendo más penurias.
Y reivindicaba el valor de la política, como vocación de servicio, se comprometía a ser transparente y riguroso en las funciones legislativas y de control al Gobierno, e instaba a todos los presentes a estar a la altura del cargo que ostentan. Y, sobre todo, demandaba a todas sus señorías que dialoguen y debatan con respeto y buscando siempre el consenso y les invitaba a forjar un compromiso «ineludible» con Castilla y León para revertir la crisis demográfica y el abandono de nuestros pueblos.
Las reacciones tras la sesión plenaria eran variopintas. Desde la mano tendida al diálogo con todos del ya portavoz del Grupo Popular Raúl de la Hoz, esperando que el PSOE sea más constructivo que destructivo en la oposición, hasta el convencimiento de Igea de que su partido va a cambiar las cosas mediante leyes, disposiciones y con el acuerdo alcanzado con el PP, o el cabreo del líder de Podemos, Pablo Fernández, que anunciaba que trabajará desde el minuto cero por una moción de censura.
Entre medias, el estreno del procurador de Vox, Jesús María García Conde, que, acompañado del secretario general del partido, Javier Ortega Smith, avanzaba que la ideología de género y la unidad de España estarán muy presentes en los debates de esta décima legislatura. El socialista Luis Tudanca mostraba su «asco y repugnancia» por el comportamiento de PP y Cs e insistía en que harán una oposición «a la altura» en la que se deberán única y exclusivamente a los castellanos y leoneses y su tierra, «y a nadie más», apuntaba.
Lealtad del Gobierno y Diálogo Social
Numerosas han sido las reacciones de la sociedad civil y política de esta Región sobre el arranque de la décima legislatura y el acuerdo entre PP y Cs. Entre ellas destacan las de la delegada del Gobierno, la socialista Mercedes Martín, que aseguraba que el Ejecutivo de Sánchez será leal con la Junta en la búsqueda del bienestar de la gente. O las de los sindicatos y la patronal, que coincidían en aprovechar estos cuatro años para «apuntalar» el Diálogo Social para dar respuesta a la despoblación.
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