El ex director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta Francisco Javier Guerrero tiene clara la conveniencia del escrito que remitió al juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla que investiga el «caso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) irregulares», en el que apunta al presidente de la Diputación de Sevilla, el socialista Fernando Rodríguez Villalobos, y al vicepresidente andaluz, el izquierdista Diego Valderas.

Guerrero explicó ayer a LA RAZÓN que lo que pretendía dejar claro con ese documento, el cual provocó que la titular del juzgado, Mercedes Alaya, ordenara a la Guardia Civil que investigara «los hechos expuestos», es que «las ayudas de la partida 31L –el denominado 'fondo de reptiles'– eran tan legales que señores de la talla del actual presidente de la Diputación de Sevilla o del vicepresidente de la Junta, también mediaron en ciertos asuntos para que se concedieran», arrecia el ex director general. «Si no saben leer, que llamen a quien sepa», puntualiza a renglón seguido.

El ex alto cargo, uno de los primeros señalados por Alaya en la causa, lanza un mensaje a Valderas: «Dice ahora que seguramente sí me conoce –en alusión a una reciente entrevista en TVE en la que el vicepresidente andaluz defendió su gestión de lo público y sostuvo no recordar si había tratado o no con él–, me alegra que vaya recuperando la memoria», desliza Guerrero. Y va más allá al aseverar: «Como me conoce mucha gente que ha dicho que no». Muestra su satisfacción porque algunos dirigentes políticos vayan accediendo a sus recuerdos «con el tiempo» y apunta con ironía: «Eso no es malo, estoy contento», declara a este periódico. También tiene palabras para Villalobos, quien encuadró el lunes en el «rencor» el escrito del ex cargo del Ejecutivo regional. De hecho, sacó el bate niquelado de sarcasmo para mantener: «Le puedo tener rencor a mucha gente, pero precisamente a él no. No se lo merece».

El presidente de la Diputación sevillana asegura que está «perfectamente justificado todo» el dinero de una subvención de 90.000 euros concedida en 2003 por el departamento de Guerrero para la muestra «Sevilla son sus Pueblos» y ha enviado una carta a la instructora de los ERE para ponerse a su «disposición», según desveló él mismo. En ese sentido, Guerrero le recuerda que «tiene que responder por tres ayudas, no sólo por una».

Es más, en el texto que obra en poder del juzgado se hacía referencia, además de a los fondos vinculados al programa de la Diputación Provincial «Sevilla son sus Pueblos», a otras dos ayudas presuntamente ligadas a Villalobos: las otorgadas a las empresas Autologística de Andalucía SA y Roda Textil. A ellas hay que sumar otra para cuya concesión habría supuestamente mediado Valderas al Centro Limpieza Industrial Huévar. Villalobos llegó a calificar en un pleno de la institución supramunicipal sevillana a Guerrero de «chorizo, putero y drogadicto», en el marco de una moción elevada a debate por el PP a cuenta de la investigación judicial de los ERE. Para Villalobos, en el texto de Guerrero late ahora «un claro interés por dañar» su imagen.

El señalado se muestra convencido de que el tiempo le dará la razón y recuerda que «hay más personas que mediaron en ayudas, como el consejero Manuel Jiménez Barrios, en Chiclana». Por último, llama la atención sobre el hecho de que el PSOE se saltara formalidades que cree indispensables al «elegir para defender» a Villalobos y a Valderas a Carmelo Gómez, «quien estuvo a sueldo de las empresas de Juan Lanzas –el 'conseguidor' de los ERE–».