Gordillo se rodea de nacionalistas en su reelección como portavoz de CUT-BAI

SEVILLA- Guión seguido. El Colectivo de Unidad de los Trabajadores-Bloque Andaluz de Izquierdas (CUT-BAI), origen de IULV-CA, celebró ayer en Sevilla su IV Congreso, reeligiendo como portavoz al alcalde de Marinaleda y parlamentario autonómico, Juan Manuel Sánchez Gordillo ,por 118 votos a favor frente a tres en blanco. Más de 130 delegados designaron a los 35 integrantes del nuevo comité nacional: 18 mujeres y 17 hombres; aprobaron el balance de gestión del equipo saliente; los estatutos de la formación, que pasará a llamarse Candidatura de Unidad de los Trabajadores (CUT) y un documento político en el que se defiende que «Andalucía no es España». «Existió antes de que se configurara el Estado español –se afirma– y seguirá haciéndolo tras su caída».

De hecho, según aseveran fuentes de CUT-BAI a este periódico, «si algo ha caracterizado este congreso, lo que le ha imprimido carácter, es la apuesta por una mayor soberanía para Andalucía en un escenario en el que Madrid sólo impone recortes y mano dura». Mantienen que la comunidad es «una nación que necesita la soberanía para poder salir de su estado de dependencia». Desde esa convicción no resulta extraño que el alcalde de Marinaleda confirmara su liderazgo rodeado del portavoz de Anova en Galicia, Xuan José Beiras; el diputado de Amaiur, Sabino Cuadra; o el diputado catalán y líder de las CUP, David Fernández. Al acto de clausura del cónclave asistieron también el portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), el mediático Diego Cañamero, y el profesor universitario Pablo Iglesias, entre otros representantes de movimientos sociales.

El mandato de la estrenada dirección es claro: «Hay que coger el destino en nuestras manos y luchar desde hoy para construir el proceso revolucionario de emancipación social y liberación nacional». ¿Se ha desperezado otro colectivo separatista?

De momento, uno de los puntos que protagonizó la jornada de debate fue «una enmienda al documento político que planteaba que la CUT-BAI debía irse de IULV-CA, dado que a muchos les «disgusta» el «pacto de gobierno con el PSOE-A en la Junta», explican fuentes del congreso. ¿Se producirá esa segregación? No. Pese a que votara a favor en torno a un cuarto de los delegados, la mayoría entiende que la coalición de izquierdas constituye «una buena plataforma para seguir trabajando por Andalucía». Saben que por separado pierden fuerza, pero aún así dejan la puerta abierta. «Lo que sí hemos aprobado», puntualizan, «es que la decisión de dejar IU se podrá adoptar en el futuro en la asamblea nacional». Es decir, «no hará falta esperar cuatro años o más hasta el próximo congreso para hacerlo si lo decidimos». Futuribles al margen, Sánchez Gordillo ha vuelto.