Islas Canarias
Fitonovo amasó un patrimonio de 11 millones de euros en plena crisis
Cuadruplicar la cifra de negocio en plena crisis económica. Eso es exactamente lo que ha hecho la sociedad de infraestructuras y medio ambiente Fitonovo, eje de la última rama derivada del «caso Mercasevilla», la «Operación Madeja».
La empresa, que nació como una semillera familiar en 1990, ha visto crecer año tras año su facturación desde que amplió sus actividades al campo de la obra civil. El año 2004 es el que ha señalado la juez Mercedes Alaya como clave para explicar un despegue económico que se debe fundamentalmente a los trabajos realizados para las distintas administraciones públicas. En esa fecha comenzaron sus fructíferas relaciones con el Ayuntamiento sevillano, en concreto con el distrito Macarena –epicentro del caso de las facturas falsas y territorio del entonces asesor socialista Domingo Enrique Castaño, uno de los principales imputados en la trama– y la ahora investigada Delegación de Parques y Jardines. Desde entonces, le han llovido concesiones públicas hasta sumar una cuantía en torno a los 21,8 millones sólo de la Junta de Andalucía y el Consistorio de la capital.
Según un informe realizado por Axesor en base a sus depósitos de cuentas en el Registro Mercantil, su facturación en 2010 fue de 31 millones de euros. Ese ejercicio arrojó el mejor resultado de beneficios de la historia de la compañía, con 1,47 millones. En 2009, superó el millón de euros; en 2011, Fitonovo ganó 1,2 millones –después de impuestos, tras facturar 41 millones–; en el último ejercicio las ganancias se redujeron a 256.814 euros.
Unas cifras mareantes que se produjeron además en plena crisis económica. Así lo refleja el análisis de la experta en rating, que desvela que el patrimonio de la sociedad se incrementó desde los 7,3 millones de euros del ejercicio 2008 a los 11,1 de 2012, el último del que se han depositado las cuentas.
En su propia web, Fitonovo presume de que «la evolución del volumen de facturación correspondiente al último quinquenio –en referencia a 2005-2010– refleja la tendencia creciente y alcista de la compañía». En este sentido, aduce que «los incrementos anuales registrados, vienen respaldados por el aumento en la facturación de líneas de negocio consolidadas y el proceso de diversificación hacia nuevos mercados», entre los que cita a países extranjeros como Portugal, Panamá o Marruecos, donde ha abierto también nichos de negocio con los respectivos gobiernos.
Las Islas Canarias son otro de los caladeros donde opera, siendo responsable del mantenimiento y riego de las carreteras de Gran Canaria. Una función que en octubre dejó de ejercer al declararse sus trabajadores en huelga indefinida por el impago de sus sueldos pese a que el Cabildo mantuvo que había abonado puntualmente sus facturas.
Implicados de PP y PSOE
Pese a que la alarma saltase con la detención de un ex alto cargo socialista, a quien el propietario de Fitonovo admitió haber entregado regalos como un Audi A4 y 30.000 euros en metálico «para el PSOE», el color político no ha sido obstáculo para hacerse con contratos millonarios año tras año. La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla han sido los principales clientes de una sociedad cuyo «modus operandi» consiste en «tirar» los precios cuando opta por trabajos de menor envergadura.
En los expedientes revisados por LA RAZÓN, es habitual que sea Fitonovo quien presenta la oferta más baja, tanto que llega a llamar la atención de los responsables de área y lo sitúa al borde –si no superando– las llamadas «bajas desproporcionadas». Así, en marzo de este año, para la construcción de un parque infantil presentó una rebaja del presupuesto del 40,23%, 9 puntos más que la siguiente oferta más baja. Aún así, resultó adjudicatario. Este contrato le reportó 17.700 euros, una cantidad menor pero que da idea de cuál es su posición dentro de los concursos públicos.
No obstante, como este periódico adelantó, en grandes contratos de la Junta se excluyó a numerosas empresas, hasta 12, por presentar ofertas «demasiado bajas o temerarias». Ocurrió en 2008 en sendos concursos que acabó logrando Fitonovo con la Consejería de Obras Públicas; diputaciones andaluzas, la valenciana; ayuntamientos, como el de Algeciras; o Adif –para el que desarrolla desde hace cuatro años los servicios de prevención de incendios– son otros de sus clientes.
Fitonovo comenzó sus operaciones el 4 de julio de 1990, según consta en el Registro Mercantil, con la «venta y producción de productos fitosanitarios y semillas». En 1996 –con el matrimonio González Palomo-Baró Álvarez ya como únicos accionistas– y en 1999 modificó sus estatutos para ampliar su objeto social, que abarcaría además «la conservación integral de vegetación» en todo tipo de áreas y redes viarias, así como «el movimiento de tierras, realización de obras en sectores ferrocarriles, hidráulico, instalaciones eléctricas, ornamentaciones y decoraciones viales y pistas».
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