Pese a que hay "signos claros de desaceleración", Andalucía resiste mejor que el resto del país y por primera vez años puede "romper la tendencia a la divergencia"con España

El Observatorio Económico de Andalucía (OEA) ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para la economía andaluza este año, que estima en un 2,2% frente al 2% de media en España (su útima previsión era del 2,1%). La decisión, según explicó este lunes su presidente, Francisco Ferraro, obedece a que el primer semestre del año presenta un crecimiento "robusto", pese a que en el segundo trimestre el incremento fue tres décimas inferior al del primero al situarse en el 0,5% frente al 0,8% del PIB.

Con todo, el crecimiento interanual del segundo trimestre de 2019 respecto al mismo periodo del año pasado se situó en el 2,4% y los datos de julio y agosto hacen prever que a final de año se sitúe en el 2,2%.

Ferraro, que presentó el informe junto al presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, y el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla José Luis García Hidalgo, dejó claro que hay "signos de desaceleración"no sólo en España y Andalucía sino a nivel mundial ya que "cada dato va a peor", pero señaló "a corto plazo", ningún análisis apunta a la entrada en recesión y que la comunidad resiste mejor que el resto del país.

De cumplirse estas previsiones, en las que el crecimiento de la economía andaluza superaría en dos décimas al nacional, "romperíamos la tendencia a la divergencia con España que llevamos observando muchos años".

Ferraro evitó vincular estas buenas previsiones de la economía andaluza con el cambio de Gobierno en la comunidad desde el pasado enero, ya que "como economista no hay datos"que permitan establecer una relación "causa-efecto"con medidas adoptadas por la Junta de Andalucía bajo la dirección de Juanma Moreno. Si admitió que "la estabilidad es buena"pero recordó que ésta también existe en otras comunidades, no así en el Gobierno de España que permanece en funciones y sin Presupuestos Generales del Estado, uno de los factores de incertidumbre con efecto en la economía.

No obstante, para el presidente del Observatorio, en el crecimiento de la economía andaluza está pesando especialmente la fortaleza del consumo interno de los hogares que sigue siendo positivo por la mejora en el empleo, salvo los datos de agosto que aún así fueron mejores que en el resto del país, y de los salarios. La inversión privada, el índice de actividades de servicios o comercio al por mayor muestran también un comportamiento positivo, no así la compra de vehículos, que cayó en el segundo trimestre más que la media española, y la inversión pública, muy por debajo en Andalucía. En cuanto al turismo, de gran peso en la economía de Andalucía, comienza a presentar síntomas de agotamiento, sobre todo por la caída de visitantes extranjeros, particularmente británicos por el Brexit, pero también la comunidad resiste mejor que en el resto.

Por todo ello, desde el Observatorio ven "incertidumbres"que mantienen la tendencia a la desaceleración tanto en España como en Andalucía que "puede derivar en recesión en 2020 o 2021 pero ningún analista prevé que fuera de la misma gravedad que la última gran crisis"ya que las empresas están más saneadas y el sector de la construcción no está "tan inflado"como para producir una burbuja.