Ruiz de la Prada, el color de España

La diseñadora convirtió su pasarela, siempre llena de tonos alegres y volúmenes espectaculares, en una espectacular bandera nacional.

En los desfiles normalmente los aplausos se reservan para el final. No fue el caso ayer durante el de Agatha Ruiz de la Prada, que levantó a los asistentes de sus sillas con el primer «look» que salió a la pasarela, que la diseñadora convirtió en una enorme bandera de España. Mientras sonaba el himno nacional, una altísima joven desfiló con un vestido lápiz confeccionado en terciopelo amarillo y rojo. Cósima, hija de la modista, explica que «la colección es una gran apuesta por la unidad de España, eso quisimos transmitir». Mensaje recibido. Y muy bien recibido. Entre aplausos y ¡olés!, en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid se respiraba ayer el ambiente de una plaza de toros. Mientras sonaban «Te estoy queriendo tanto», «Solo se vive una vez» y «Sarandonga», un público que sobrepasaba la capacidad de aforo del recinto (muchos tuvieron que sentarse en el suelo) pudo disfrutar de una colección colorida y lúdica como solo Agatha sabe hacerlas.

Cósima comentaba ayer que se implica cada vez más en el proceso de creación de a su madre y que si en la pasada colección homenajearon a Balenciaga, en esta quisieron hacer una ofrenda a Yves Saint Laurent, «aunque es un Saint Laurent muy agathista», afirma. Ejemplo de ello es el mono fucsia con cuello de esmoquin en rojo, un guiño a la labor del modisto francés que popularizó el uso del esmoquin femenino. La pana y el terciopelo fueron protagonistas en pantalones de bota ancha o ajustados en la pantorrilla. No faltaron las lentejuelas, el lurex o las polipieles metalizadas, sobre todo en los vestidos.

La propuesta de Agatha combina «looks» más urbanos –los jerseys de borrego son un «must» de la temporada– con vestidos de noche en los que destacan los lazos XXL y los abullonados que tan bien domina la diseñadora. Lo mejor: un abrigo de lentejuelas doradas con mangas azules y cuello fucsia. Y la propia diseñadora, que con unos tacones de infarto y un mini vestido rosa salió a recibir los aplausos del público mientras sonaba de fondo «Queremos marcha».

Por la mañana, Andrés Sardá presentó su nueva propuesta, inspirada en el boom aeróbico de Jane Fonda, el nacimiento de los videojuegos, los videoclips y las series de televisión. Los plásticos, las siluetas muy femeninas y marcadas y los escotes en uve son claves. Juan Carlos Fernández y Antonio Burillo, directores creativos de The 2nd Skin Co., siguieron también el tema de esta edición con una vuelta a la costura de los ochenta. Proponen el regreso del cuello vuelto y los abrigos «oversize».

Por su parte, Ana Locking presentó una colección cuyo lema es: «Si te da miedo arriesgar, arriesga con miedo» y en la que el protagonista es el negro y los tejidos tecnológicos, muy livianos, y algunos engomados con efecto falso moaré. Además, apuesta por los falsos defectos, con prendas sin rematar, sin bajos ni forros. Modesto Lomba volvió a evidenciar la maestría de su trabajo. Con esta colección busca «transmitir un mensaje de vida por encima de la destrucción», afirma. El rojo, en abrigos de bolsillos exagerados, fue el hilo conductor. Los tejidos iban desde la lana merina a la alpaca o el crepe de lana y el neopreno perforado que da sensación de desnudez.