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Loewe: qué arte

La firma española presentó ayer su nueva colección primavera-verano en la semana de la moda de París.

Anderson adornó los diseños con plumas de avestruz, al estilo de Oscar Wilde larazon

La firma española presentó ayer su nueva colección primavera-verano en la semana de la moda de París.

Antes de comenzar el desfile que nos mostraba una vez más el buen hacer de J.W. Anderson, ya se respiraba intriga, tensión e ilusión por ver sus nuevas obras de arte. Sus colecciones, desde que aterrizó en Loewe hace cinco años como director creativo, siempre han mostrado a una mujer todoterreno, segura de sí misma y desbordante de elegancia. Dicen que el arte es expresar lo que piensas a través de la pintura, las películas, la música o la moda y Anderson lo ha vuelto a hacer. Ayer utilizó el diseño de la mejor manera que sabe hacerlo para presentarnos su colección primavera-verano 2018-2019 durante la semana de la moda de París. La sede de la Unesco de la capital gala, que ya se ha convertido en un lugar clave para las colecciones de la firma española, se transformó en un conjunto de tres espacios diseñados por diferentes creadores.

Tejidos mates y puros

Como si de un túnel de lavado se tratara, la travesía comenzó por unos cepillos giratorios, que dieron paso a una estancia decorada con rústicas cestas. Por último, el tercer espacio mostraba una sinfonía de tocadiscos, donde se exponían piezas cerámicas que daba salida a una sala adyacente repleta de pompas de jabón flotantes. Destacaron las delicadas plumas de avestruz que rememoraba el estilo del poeta irlandés Oscar Wilde. Las pudimos ver en bolsos y pendientes, así como en camisas y pantalones, lo que generó un llamativo contraste con las rudas telas de gabardina rematadas con pespuntes. Los tejidos mates y puros se sofistican con coloridas franjas en una paleta de acuarelas y tintas. Las siluetas se curvan e inflan para generar dinámicos volúmenes enmarcados con cuellos de exóticos cueros. Las mangas tipo obispo, campana y Julieta se ciernen como globos alrededor de tops fruncidos y jerséis estilo pescador. También destacó la técnica del plisado, que se aplica a los tejidos de rombos y los conjuntos de fina napa.

A pesar de que se presentaba la colección estival del año que viene, Anderson apostó por el contraste de tejidos más finos en túnicas y blusas con bufandas de rejilla y jerséis de punto fabricado en Italia para recargar algunos de sus «looks», por lo que dejaba de manifiesto que las estaciones del año están quedando obsoletas a la hora de definir nuestro atuendo. La elogiada piel y el ante son dos clásicos de la casa y se pudieron ver algunas pinceladas en determinadas prendas. La influencia de Joe Hogan, artesano cestero, se hace visible en toda la colección de accesorios al incorporar detalles de rafia y paja en los ya icónicos bolsos Puzzle y el Gate. La novedad viene de la mano del modelo Kite, plisado con franjas de piel. Tampoco podemos obviar tampoco la propuesta que el norirlandés nos hace en cuanto a zapatos, botas de piel caídas y botines «Peep toes», que fueron los protagonistas. Ya es un clásico que los desfiles de Anderson no dejen indiferente a nadie y esta vez no iba a ser menos. Diseños arriesgados, pero al mismo tiempo elegantes y ante todo muy ponibles para el día a día de una mujer innovadora y sofisticada. Una apuesta que desató los aplausos de los asistentes al desfile, donde no quitaban ojo a las creaciones Jaime de Marichalar, Marisa de Borbón, la actriz Adriana Ugarte, las «influencers» Gala González y Blanca Miró y hasta la mismísima Anna Wintour, entre otras personalidades.