Lo último de Chamberí tiene aire francés

Su nombre resulta muy sugerente y también muy revelador: Toque de Sal nos invita a pensar en esa pizca, cuidada y sencilla, que aporta mucho pero que apenas se nota. Y eso es lo que ocurre precisamente cuando entramos en este nuevo restaurante que acaba de abrir sus puertas en el madrileño barrio de Chamberí.

Decorado al estilo de los bistró franceses de toda la vida, a pesar de que se trata de un espacio pequeño, Toque de Sal resulta muy acogedor y agradable. Dividido en dos ambientes, con todos los muebles hechos a medida, cuenta con materiales tan cuidados como el mármol negro de la barra y los maleteros de latón inspirados en los vagones de tren antiguos.

Con una amplia oferta, el horario ininterrumpido de Toque de Sal nos permite disfrutar tanto de un desayuno como de una relajada comida o un divertido «afterwork». Y sea la hora que sea, la buena cocina está asegurada, pues se basa en productos propios de la dieta mediterránea, con recetas sencillas y de toda la vida, pero que, sin grandes estridencias, tampoco renuncia a sorprender al comensal. Para ello cuenta con una carta corta pero muy sugerente, aunque lo más recomendable es dejarse llevar por el buen consejo de Eduardo Rodríguez, quien, con más de 25 años de experiencia, es el encargado de atender la sala y asesorarnos en la elección del mejor vino.

Puestos a elegir, para picar algo merece la pena no perderse las croquetas caseras, muy cremosas, ni el chupachups de codorniz con salsa Pekín, pues resultan muy jugosas gracias al crocanti de su rebozado. La tabla de quesos al corte o el foie gras de Canard Mi-Cuit casero son otra buena opción para compartir, pues en ambos casos la materia prima es de máxima calidad. Y esa «regla» se cumple también en las carnes y pescados. De las primeras, la palma se la llevan el rabo de toro y las albóndigas Riad Abracadabra, muy exóticas y deliciosas, aunque los amantes del steak tartar tampoco quedan defraudados con el toque picante que aquí se sirve. Los menos carnívoros pueden optar por el ceviche de corvina, aunque la sencilla lubina a la plancha con verduritas es todo un acierto tanto por su naturalidad como por su armonía de sabores. Muy ligeras también resultan las ensaladas, como la de perdiz en escabeche.

La elección del postre no es sencilla, pues hay propuestas tan curiosas como la mousse de chocolate al toque de sal, una singular mezcla de chocolate y sal que hace las delicias de los apasionados de este ingrediente. Para los que busquen algo más dulce, la tarta de manzana o la vaca lechera son irresistibles.

Ficha

- Dirección: calle Ponzano, 46, Madrid.

- Horario: abre de lunes a domingo de 08:30 a 00:30 ininterrumpidamente, y hasta las 02:30 horas los jueves, viernes y sábados.

- Precio medio: 30 euros a la carta.

- Lo mejor: la coquetería de la decoración y la buena materia prima que se utiliza en la cocina, muy bien acompañada por una amplia bodega con los mejores vinos españoles y franceses.

- Reservas: en el teléfono 91 426 64 65.