Vanesa Romero, positivismo y paz interior

Es una mujer muy activa que soporta una carga de trabajo impresionante pero nunca pierde la sonrisa. Se levanta a las 5 para ir a grabar «La que se avecina». A diario se sube al escenario, donde interpreta «El clan de las divorciadas». El tiempo libre lo emplea en sesiones de fotos –es imagen de Alma en pena y Loréal, entre otras–, su blog Reflexiones de una rubia– y diseñar los complementos de su firma Namdalay, de la que acaba de salir la colección primavera/verano 2016. Además, está escribiendo un libro y el 22 lanza su nuevo canal de Youtube, donde hablará de moda, belleza, recetas y deporte, con entrevistas a famosos. Sigue una alimentación macrobiótica a base de algas, sopa miso, arroz, pasta integral y quinoa, entre otros alimentos. Desayuna leche de arroz integral, crepes de espelta con compota de manzana o pan de centeno con aceite de oliva. Es alérgica a los lácteos. No practica nada de deporte, aunque hizo atletismo de pequeña. Le gusta pasear por el campo con su perro Lucas, respirar aire puro y cargar pilas. En casa dedica un tiempo a la alquimia energética.

Cuida su pelo en Cheska y cada quince días se hace mascarillas naturales. Tiene la piel hipersensible, por lo que cuida mucho las cremas que se pone. Para el rostro solo confía en La Mer y para el cuerpo, aceite de almendras. Toma un chupito de aloe vera por la mañana, en ayunas, para desintoxicar el organismo y la piel. Maquillaje por el día suave. Colorete y cacao son sus imprescindibles. Es una chica positiva, con mucha paz interior, cercana, alegre y, cuando la gente la conoce, se sorprende de lo natural que es, pese a su belleza y fama.