Sergio Scariolo: «En los vestuarios hay muchas cremas»

Es el seleccionador nacional de la Selección española de baloncesto. A Sergio Scariolo no le asustan los retos. A los 54 años el técnico de Brescia inicia una segunda etapa en la Selección con una tarea complicada, recuperar el número uno para un equipo cada vez más veterano y del que posiblemente caerán varias piezas importantes este verano. El objetivo: llegar a la final del Eurobasket y ganar así plaza directa para los Juegos Olímpicos de Río’2016. El entrenador italiano sabe que el punto de partida no será el mejor, pero mantiene una absoluta fe en la Selección. Y nosotros en él, porque es un hombre que no renuncia a nada y sigue con la misma ilusión. Ojalá que con Scariolo las segundas partes sí que sean buenas. Como buen italiano le encantan el dulce y la pasta, pero se cuida mucho y sigue siendo un gran deportista. ¡Genio y figura!

–De nuevo te encuentras en un puesto que ya ocupaste...

–Sí, unas circunstancias distintas, ahora con un mayor sentido de la responsabilidad y en un momento complicado de la vida de esta selección; tras el Mundial y con un objetivo que es clasificarse para los Juegos Olímpicos, que parece bastante más complicado de lo que ha sido. Hablo de lo que han sido los últimos años; se empezó con la misma ilusión, con la misma motivación, con muchas ganas de volver a competir...

–Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero tú eres un hombre de retos...

–Hombre, pensar que va a ser igual de buena que la primera está fuera de lugar. Pero la cuestión es dónde la gente coloca el listón para que el resultado sea bueno.

–No, la cuestión es dónde pones tú el listón...

–El mío siempre está arriba, nunca me ha apetecido renunciar a nada. Pero tengo que ser realista para no crear en el equipo un estado de frustración; eso sí sería un problema.

–Cada día es más difícil controlar la vida de los jugadores, en el sentido de su alimentación, su forma física...

–Al revés, creo que los jugadores cada vez son más profesionales y más interesados en su propio bienestar, en prolongar su carrera. Es una de las cosas que más me ha impresionado este año, en el que he estado muchas semanas dentro de equipos de la NBA viviendo su realidad. La cultura del cuerpo en general, incluso en España, se está afirmando. Eso hace que se asocie la exigencia deportiva al cuidado del físico, que es un valor que está creciendo mucho.

–La mayoría de los ex jugadores de élite tenéis lesiones y las articulaciones sufren mucho... ¿has encontrado algún producto que creas que es bueno para eso?

–Consumo colágeno de forma bastante regular porque me viene bien para mi lesión, tengo un problema crónico en el tendón de Aquiles. Hay que calentar bien; un buen entrenamiento previo previene mucho el riesgo de lesiones y eso es lo que la gente no hace. Muy a mi pesar, yo también era de los que llegaba en el último minuto para entrar a jugar. Ahora, mis quince minutos de calentamiento no me los quita nadie.

–¿Es verdad que en los vestuarios de los deportistas ahora hay un montón de cremas?

–Sí, es verdad, el concepto de cuidar del propio cuerpo es algo que ya no es propio sólo de las mujeres que tienen que cuidarse por razones profesionales, como las modelos. Es algo que ya hacen todas las féminas, y por supuesto, los hombres, que cada vez prestan más atención a su cuidado personal. No lo veo mal siempre y cuando se viva con normalidad. Yo me doy mi crema por la mañana y por la noche. Creo que es suficiente. También uso protección solar cuando toca. Estoy pendiente de mi higiene personal en función de mis hábitos.

–El Barça gana la liga, el Madrid la pierde, la Selección de fútbol tampoco está en su mejor momento, Fernando Alonso tampoco pisa como pisaba... ¿Qué está pasando, somos de ciclos?

–Todo el mundo es de ciclos. Cuando entrenaba y había alguna crítica mala a grandes deportistas españoles por parte de los críticos y los aficionados, pensaba: si critican a estos, qué pasará cuando termine este ciclo y cambie el nivel de los deportistas españoles. Y realmente es así, es imposible para un país con tantos deportes, tener tanto protagonismo y tanto liderazgo deportivo durante tantos años.

–Estamos de resacón de elecciones municipales ¿Cómo ves los resultados?

–No he entendido todavía quién ha ganado ni quién ha perdido. Está todo tan abierto... Viniendo de un país con un hábito de multipartidismo siempre envidiaba el bipartidismo en España: las situaciones eran claras, no había necesidad de grandes compromisos. No me refiero a pactos a partir del programa de cada partido, sino de los acuerdos para el reparto de poder con el fin de poder gobernar solo. Espero que España no caiga en esto del multipartidismo.

–¿Pero te ves trabajando en un país donde gobierne Pablo Iglesias?

–No me importa quién gobierna sino lo que hace. Una cosa es saber lo que hay que hacer teóricamente y, otra, ponerlo en práctica y llevarlo a cabo con éxito.

–¿Qué es lo último que has leído?

–El último libro que me leí es de un entrenador de la Universidad de Cambrige. Me gusta leer libros que hagan referencia a mi deporte o a otras disciplinas deportivas. Por ejemplo, el penúltimo que me leí fue «Open», de André Agassi. Aunque ya no juega al tenis, me encantó por lo que dice y lo bueno que era.

–¿Qué te gusta ver en televisión?

–Me gusta ver los deportes, las series y «Los Simpson». No programo mi vida en función de la televisión porque lo grabo y luego lo veo.

Sus básicos

La dieta

Incluye el pescado en su dieta y controla el consumo de carbohidratos.

El aliado

Scarolo reconoce beber bebidas isotónicas como el Aquarius para recuperarse después de hacer deporte.

El ejercicio

Le gusta el spinning. El golf y el paddle, otros de sus entrenamientos.

El producto

Sergio utiliza gomina a diario: «Tengo un buen cabello, bastante intenso y fuerte».

El tratamiento

Las cremas de día y de noche de Rituals se incluyen en su neceser.

El tóxico

No le gusta el alcohol. Grasas y fritos también quedan fuera de su dieta.

El truco

Sustituye la harina blanca por integral y el azúcar blanco por el moreno para poder permitirse pequeños caprichos

LAS MIL Y UNA EDADES:

LA DEL DNI: 54 años

LA QUE APARENTA: menos, se conserva muy bien

LA PERCIBIDA: muy en forma

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