Curiosidades
¿Por qué abrimos la boca cuando nos maquillamos las pestañas?
Tiene hasta su propio nombre 'cara de rímel' y este es el curioso motivo por el que lo hacemos
Hay ciertos gestos innatos del ser humano que no dejan de sorprendernos, por ejemplo que el bostezo se contagie o que tendamos a copiar, sin darnos cuenta, la postura de nuestro compañero de conversación. Pero hay otro que seguro que te pasa y que nos da mucha curiosidad: ¿por qué abrimos la boca cuando nos ponemos máscara de pestañas? Si nunca lo habías pensado, fíjate cuando estés frente al espejo o grábate mientras te maquillas con la máscara de pestañas. Ya verás.
No nos pasa cuando aplicamos la base de maquillaje, ponemos corrector o nos peinamos, sin embargo, en cuanto tocamos la zona de los ojos, concretamente, las pestañas, nuestra boca empieza a abrirse y escapa completamente de nuestro control. Pues esto tiene un nombre y se llama 'cara de rímel'. No, no es broma. Es algo tan común y generalizado que tiene su propio nombre.
¿Por qué abrimos la boca cuando usamos la máscara de pestañas?
Cuando nos damos cuenta de que los estamos haciendo, inmediatamente cerramos la boca y seguimos maquillándonos sin dificultad. Pero al rato, cuando nos olvidamos, vuelve a pasar: nuestra boca vuelve a abrirse. ¿Por qué sucede esto? Abrir la boca al maquillarse las pestañas es una reacción natural y bastante común que tiene que ver con la coordinación de nuestros músculos faciales. Y es que, más allá del simple gesto que supone abrir la boca para concentrarse mejor, estirando la piel de la cara para facilitar la aplicación de la máscara y/o la facilidad que esto supone para parpadear menos, en todo esto hay un nervio implicado, el trigémino.
Esta reacción está relacionada con la sinergia muscular, que sucede cuando el movimiento de un grupo muscular afecta involuntariamente a otro. El neurocientífico Zeeshan Ozair, especialista de la Universidad Rockefeller, en un artículo para la revista Mental Floss explicó que en este fenómeno actúan tres nervios: el trigémino, el facial y el nervio motor ocular común. "El nervio trigémino controla el movimiento de los músculos de la masticación, que abren y cierran la mandíbula. Los otros dos nervios, el nervio facial y el nervio motor ocular común controlan el movimiento de los ojos y los párpados", explica. El experto destaca que se trata de una especie de casualidad fisiológica, cuando se activa un nervio, el otro también.
A la hora de aplicar la máscara de pestañas, la acción física estimula la parte sensorial del nervio trigémino, que forma conexiones con el núcleo motor del trigémino. Esta acción proporciona información adicional para la reacción de mandíbula floja. Curiosamente, el fenómeno no ocurre a la inversa: los ojos no se abren cuando masticamos. Esto se debe a que este proceso tiene direccionalidad. "Los reflejos en una dirección no se traducen en reflejos en la dirección opuesta", sentencia Ozair.
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