Pelo
Lo estás haciendo mal: 6 errores habituales en el cuidado del cabello que debes evitar a toda costa
Todavía estás a tiempo si quieres proteger tu melena.
Mantener la melena en perfecto estado en veranono es fácil, bien podríamos considerarlo uno de los mayores retos. A la exposición solar o el cloro debemos sumar el cambio de temperaturas, la contaminación u otros agentes externos, aspectos que hacen de esta temporada la más perjudicial. Y si a todo ello sumamos que en muchas ocasiones no actuamos de la mejor forma, seguimos aquellos pasos que creemos adecuados sin contrastar la información con expertos capilares, los problemas son mayores.
Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez, nos explica los errores más frecuentes en el cuidado del cabello que no dejamos de repetir y que pueden ser el motivo por el que tu pelo, a final de verano, esté realmente dañado. Aún estás a tiempo de evitarlos.
1-No proteger el cabello
Al igual que el cuerpo, el cabello también requiere de protección durante los meses de sol. Es la época más complicada para nuestra melena y no podemos olvidarnos de ella. “En verano, son muchas las agresiones a las que se somete al cabello y cada agente externo perjudica de una determinada manera: la radiación UV altera los pigmentos de color del pelo, reseca mucho y fragiliza la queratina además de robar a las melenas todo su brillo. El viento enreda el cabello, lo ensucia más y provoca que al desenredarlo la fibra sufra y se vaya debilitando. La arena irrita mucho el cuero cabelludo y provoca sensibilidad. El cloro modifica el color y seca el pelo atacando a las grasas naturales protectoras del cabello. La sal marina, por su parte, cristaliza sobre la fibra capilar y abre las puntas. El calor también inflama e irrita el cuero cabelludo y resta nutrición”, explica Eduardo Sánchez, que añade, “por eso, es imprescindible el uso de protectores solares que salvaguarden el cabello del sol y otras agresiones, pero también protegerlo bajo gorras, sombreros o pañuelos que supongan un escudo físico a tantos y tan continuos enemigos”.
2-Cepillar el pelo al salir del agua
Es un gesto muy habitual pero lejos de lo que podríamos pensar no es el más adecuado. “Justo después del baño el cabello es especialmente frágil, por eso, antes de desenredarlo, es necesario aplicar un acondicionador sin aclarado o el mismo protector solar capilar, para ayudar al desenredado, nutriendo el cabello al mismo tiempo”, advierte el estilista. Recomendación: siempre con un peine de púas anchas.
3-Posponer el lavado tras un día de playa o piscina
¿Eres de las que cree que lavar el cabello a diario es perjudicial? El experto te contesta: estás equivocada. “Tanto si lo has sumergido en el agua del mar como en la de la piscina, es obligatorio lavar bien el pelo para eliminar restos de salitre o de cloro. Y el mejor aliado es un champú purificante pero suave y de uso frecuente, acompañado siempre de un acondicionador, con o sin aclarado o de un aceite o sérum, según los gustos”, resalta Sánchez.
4-No aplicar mascarilla
Es una de las grandes aliadas del cabello durante todo el año, pero en los meses de sol todavía más. “En verano y sobre todo si hay exposición solar y contacto con el agua de mar o con la de la piscina, es imprescindible aplicar, mínimo dos veces por semana, una mascarilla capilar que repare e hidrate en profundidad el cabello”, explica el experto. ¿Cómo hacerlo para un mejor resultado? Aplicarla en seco. “Cuando el cabello está mojado, el agua impide que el producto penetre en la fibra capilar y no tiene una acción tan profunda. Después de aplicar la mascarilla, simplemente hay que lavar el cabello como se lava habitualmente”, advierte.
5-No hidratar lo suficiente el cabello
A veces nos olvidamos de la importancia de hidratar la melena, pero es un aspecto clave si no queremos que este sufra más todavía durante la exposición solar. El cabello contiene entre un 10 y un 15% de agua y en los días con temperaturas realmente altas esa parte de agua se evapora, lo que provoca, según el propio director de Maison Eduardo Sánchez, que “el cabello esté encrespado e indomable”. ¿La solución? Compensar esta pérdida con sérums, aceites o sprays.
6-Cambiar de peluquería
Cambiamos de ciudad y cambiamos de salón. Error. “Los mayores desastres de color”, confiesa Eduardo Sánchez, “ocurren cuando buscas una peluquería para un retoque de emergencia en tu destino de veraneo... Es entonces cuando la catástrofe está casi asegurada. Si es imprescindible, pide a tu estilista de confianza la fórmula que utiliza en sus trabajos de color y el margen de error disminuirá”.
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