Generación Z
¿Qué le importa a la generación Z?
Trabajo y política tienen más prioridad que el amor
No es fácil ser joven y vivir los “años locos” en medio de una pandemia. Querer experimentar y disfrutar de la rebeldía natural de los veinte está totalmente reñido con el distanciamiento social y las mascarillas. Y sin embargo, los nacidos después de 1995 están siendo los grandes olvidados (y a veces culpabilizados) de este momento que estamos viviendo.
Las redes sociales y el teléfono móvil se han convertido en los aliados de una generación que adora a internet sobre todas las cosas y que ha relegado al sexo y las relaciones serias muy por debajo de las plataformas de series on line.
Este grupo poblacional tiene unas características muy marcadas con respecto a sus predecesores: por ejemplo, son los jóvenes que menos salen de fiesta, cosa que ha hecho que disminuya mucho su consumo de alcohol. También prefieren no conducir y tienen menos relaciones sexuales de lo que hacían las generaciones anteriores a su edad.
Por lo general, los miembros de la generación Z prefieren quedarse en casa antes de salir a la calle y están tendiendo peligrosamente al aislamiento. En el idioma japonés existe el término hikkomori que significaría algo así como los jóvenes que desconectan de la realidad: chicos que no hacen deporte, dejan de salir con sus amigos y hasta se saltan las clases para quedarse en casa.
Además, los jóvenes están dejando de desarrollar las competencias emocionales para relacionarse con otras personas. El “me encuentro mal” se resume con un emoticono de una carita llorando. Y una de las graves consecuencias de este hecho es enfermedades como la depresión están creciendo de manera alarmante en el nicho de edad de los adultos jóvenes.
La generación Z tiene una fuerte conciencia política y un punto de vista liberal progresista. Es la generación con mayor preocupación por la igualdad, los derechos humanos, LGTBIQ y el cambio climático. Como grupo social que creció bajo las consecuencias de la recesión económica del año 2008, estos jóvenes están preocupados por sus estudios universitarios, su futuro laboral y tener una estabilidad financiera. Si a esto le añadimos la pandemia, está claro que el encontrar una pareja estable no entra dentro de la mente de los Z.
Las citas de la generación Z
¿Qué significa el amor para una generación que convierte cualquier tema serio en una tendencia de TikTok?. La verdad, muy poco. La mayoría de los adolescentes de hoy en día ven demasiado esfuerzo el compaginar una relación estable con el distanciamiento impuesto por la Covid-19. Y eso que para flexibles, ellos. Al contrario de su generación anterior, los millenials, la generación Z asume como algo lógico el desaparecer de la vida de alguien vía redes sociales (asumen sin dramas el ghosting) y que las aplicaciones de citas son la mayor posibilidad para tener interacciones humanas, aunque sea de manera virtual.
Los miembros de la generación Z pasan más tiempo en chats, escriben mensajes más largos y actualizan con mayor frecuencia sus biografías digitales. Son personas con ideas muy claras, valoran la sinceridad y se muestran más vulnerables que sus predecesores.
Durante la pandemia, estos jóvenes son los que más uso han hecho de las video llamadas y parece que esta es una tendencia que ha llegado para quedarse, pues es un primer filtro para cribar posibles parejas antes de quedar en la vida real. Otro dato tecnológico importante es la geolocalización: ya que la vida les ha puesto tantas cribas para socializar, prefieren conocer a personas próximas a ellos y que si se van a enamorar no lo hagan con alguien que esté a 300 kilómetros de distancia.
Entre tanto escepticismo digital, el sueño de la generación Z a nivel amoroso es conseguir una vacuna que les permita volver a salir con seguridad.
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